Apsi, sin embargo, tomó distancia del modelo de revista opositora que siguieron sus contemporáneas, pues su línea editorial mantendría cierta independencia de partidos o instituciones específicas, no obstante ubicarse claramente dentro del espectro izquierdista.
La revista, a su vez, se caracterizó en su momento por seguir un estilo irónico, con un ácido sentido del humor.
En ella colaborarían varios nombres actualmente ilustres de la prensa chilena, como Nibaldo Fabrizio Mosciatti, Rafael Otano, Andrés Braithwaite, Rafael Gumucio o Guillermo Bastías "Guillo".
En agosto de 1987 se lanzó el especial Apsi-Humor, titulado «Las Mil Caras de Pinochet (mi diario secreto)», con una polémica portada en que Pinochet aparecía -retratado por Guillo- como Luis XIV,[1] ya que el dictador había demostrado días antes en una entrevista su admiración por el monarca francés.
[2] Después de ello, en los años '90, habiéndose ido buena parte de sus miembros históricos, Apsi comenzaría a recibir a estudiantes de periodismo en práctica por problemas económicos; en esta época trabajarían jóvenes como Juan Andrés Guzmán, Sergio Lagos y Juan Andrés Quezada, quienes destacarían posteriormente por sus trabajos en otros medios.