Más tarde, el sistema fue modificado por Alexandrov, un ingeniero subalterno en la fábrica de armas Izhmash, y los prototipos fueron producidos bajo la denominación AL-7.
El AL-7 fue considerado demasiado caro para la producción en aquel momento y el ejército soviético seleccionó, en su lugar, el AK-74 como nuevo fusil de servicio.
El nuevo fusil sólo difería ligeramente del original AL-7: el AK-107 no tiene la recámara acanalada y se añadió la opción de ráfaga corta (tres disparos); aparte de estas, las diferencias son mínimas.
El cilindro de gas se divide en dos en el extremo delantero del guardamanos para alojar las dos barras.
El desplazamiento de las partes móviles del AK-107 es menor que en otros diseños Kalashnikov, por lo que la cadencia alcanza los 850-900 disparos por minuto frente a los 600 disparos por minutos de otros AK.
No obstante, al suprimir prácticamente le retroceso, el fabricante asegura que la precisión es mayor, especialmente durante el disparo automático.