Equivale a 365,256363[1] días solares medios (365 días 6 horas 9 minutos 9,7632 segundos), es decir, 31558149,76 s. Para comprender la diferencia con el año trópico se debe tener en cuenta la precesión de los equinoccios.
Estos puntos (concretamente el equinoccio vernal) son la referencia para el año trópico.
Por eso, como puede verse en la ilustración, el año trópico es ligeramente más corto que el sideral.
Al transcurrir un año trópico, la recta imaginaria Tierra-Sol no apunta en su proyección hacia el mismo punto (misma estrella) porque el eje ha hecho parte del giro comentado.
Por el contrario, el año sidéreo se basa en la alineación del Sol con el mismo punto de referencia (la misma estrella), por lo que no se ve influido por el desplazamiento del eje terrestre.