Cinco de las once ramas científicas estudiadas en el AGI se hallaban dedicadas específicamente a este tipo de investigación: actividad solar, rayos cósmicos, geomagnetismo, auroras boreales y física ionosférica.Se pretendían utilizar varias tecnologías heredadas de la Segunda Guerra Mundial con fines pacíficos, decidiendo concentrar los esfuerzos en la Antártida, poco conocida en aquella época.[4] Durante el Año Geofísico Internacional se realizaron investigaciones sobre la física, química, estructura, características y dinámica de la corteza e interior del planeta, hidrosfera y atmósfera, obteniéndose información nueva en estos campos.[4] Los resultados del Año Geofísico Internacional pueden resumirse en 4 grandes logros: Así mismo, los estudios psicológicos sobre grupos humanos obligados a convivir por largos periodos en condiciones extremas fueron de utilidad para la planificación de viajes espaciales.Los resultados de las investigaciones del Año Geofísico Internacional en la Antártida abrieron el camino a la firma del Tratado Antártico en 1959.
Estampilla japonesa de 1957 conmemorando el Año Geofísico Internacional. Muestra parte del emblema del evento, la nave de investigación japonesa Sōya y un pingüino.