El grupo de ingenieros a cargo del desarrollo del nuevo cartucho estuvo conformado por Antonina D. Denisova, G. P. Shamin y L. S. Nokolaeva, todos ellos al mando de O.L.
[1] Denisova llevó a cabo un estudio para la elección del mejor calibre.
Inicialmente se trabajó con el calibre 6,35 mm (.25 ACP), pero estas eran balas demasiado grandes, así que se optó por un calibre de 5,45 milímetros.
Durante los estudios se elaboraron diferentes balas de plomo con acero con el núcleo ya que las balas de plomo eran muy pesadas y tenían malos resultados en la penetración.
[2][3] Produce muy poco retroceso al ser disparada y la bala es capaz de perforar 45 capas de kevlar con muy poca desviación y ningún chaleco antibalas comercial puede detener esta bala.