Posteriormente, se inyecta un polímero (generalmente poliuretano) en estado líquido que fluye por los canales del molde formando un esqueleto tridimensional que, una vez se solidifica, une las piezas que componen el producto y le aporta estabilidad.Tras la inyección, es necesario esperar un tiempo (aproximadamente 5 minutos) para que se realice el curado del polímero antes de abrir el molde y extraer el producto (que requerirá un proceso de acabado para la eliminación del material sobrante de la inyección).Además, mediante el uso de esta tecnología se puede obtener un producto estable, impermeable y con una durabilidad superior debido a su estructura tridimensional.No obstante, el ahorro de costes está directamente relacionado con el volumen de la partida de producción, ya que la tecnología 3D Bonding conlleva una considerable inversión en maquinaria especializada, así como en moldes.Esto hace que la tecnología resulte interesante en partidas de producción mayores que permitan llevar a cabo la amortización de la inversión inicial necesaria.