Formada por batallones del Cuerpo de Carabineros, tuvo una corta vida operativa, pues se formó hacia el final de la guerra.
[2] Fue encuadrada teóricamente en la 62.ª División del XI Cuerpo de Ejército, si bien en la práctica no llegaría a integrarse.
[2] Se le encomendó la misión de cubrir un sector del Bajo Ebro, donde permaneció hasta que la amenaza de quedar cercada por las fuerzas franquistas la obligó a retirarse hacia el interior.
Desde ese momento la 228.ª BM prácticamente dejó de existir.
[2] El comandante Miguel Bascuñana Sánchez fue el único jefe de la unidad.