El plan fue criticado por legisladores y funcionarios del Pentágono, algunos de los cuales creían que la flota existente estaba en peligro de volverse obsoleta y sobrecargada.
[1] En medio de esta controversia, los funcionarios de la Fuerza Aérea revisaron este plan en 2001 para presentar un cronograma acelerado para un nuevo bombardero.
En consecuencia, el programa Next-Generation Bomber se inició con el objetivo de introducir un bombardero en 2018, pero se canceló en 2009.
[5][6] Luego, la Fuerza Aérea comenzó el programa Next-Generation Bomber (Bombardero de próxima generación), pero se suspendió en 2009.
El interés de la Fuerza Aérea, o la falta de él, en un bombardero sucesor del LRSB no se ha divulgado públicamente.