.22 Corto

[1]​ Basado en el 6 mm Flobert,[2]​ apareció en 1857 para el revólver Smith & Wesson Modelo 1.

Desarrollado para autodefensa, el moderno .22 Corto todavía es empleado en algunas pistolas y revólveres de bolsillo, aunque es principalmente empleado como un cartucho poco ruidoso para practicar tiro al blanco.

En especial en la disciplina olímpica de Pistola Velocidad y usualmente se ocupa además en tiro deportivo junior.

Actualmente ha caído en desuso debido a que la nueva reglamentación obliga al uso de pistolas que disparen el .22 Long Rifle para esta disciplina.

Como cartucho de defensa es bastante deficiente, aunque se ha usado en algunas pequeñas pistolas.