Óscar Marziali
Casualmente encontró al profesor Cigolotti, “un concienzudo retratista véneto” que, impresionado por la tendencia del joven por el arte, le dio algunas lecciones, invitándolo después, ya en Italia, a inscribirse en un curso regular en la Academia de Bellas Artes de Venecia.[1] Superadas algunas dificultades, con la protección de la madre, en 1922 pudo inscribirse en la academia veneciana Carmeni, asistiendo a los tres cursos superiores con el profesor Antonio Bressanin,[1] quien lo estimaba mucho.En 1926 Marziali vuelve a Argentina y expone en Mendoza una serie de paisajes italianos.En noviembre posterior, en La Pena,[1] un Círculo de intelectuales, presenta una nueva exposición semejante a la anterior.De toda su producción en L’Olleria, se conservan 32 obras, que ocupan una sala dedicada al pintor y es visitable por el público.Según la leyenda popular más extendida, su cometido primero fue pintar la bóveda de la iglesia conventual, pero, al no complacer su estilo a los superiores del momento, su actividad pictórica se redujo a los cuadros que aún se conservan en el convento y otros que permanecen en manos de particulares.Tampoco en Pompeya decoró la iglesia, pero sí dejó una numerosa obra de temática franciscana similar a la realizada en Loreto y L’Olleria.