Humo y ruido excesivos son problemas comunes en los vehículos a gasóleo, especialmente bajo condiciones de arranque en frío.
Los operadores petrolíferos buscaron alternativas que reprodujesen con suficiente fidelidad el comportamiento del carburante, pero más asequible en cuanto a tiempo y especialización.
Correspondería el valor que obtuviese el carburante comercial, analizado en el motor de ensayo según la norma ASTM D 613.
Entre estos, es muy común la utilización de diversos nitratos orgánicos (alquilo o amilo).
Durante bastante tiempo se utilizó una ecuación de dos variables para su determinación (ASTM D976), pero actualmente se aplica otra correlación más precisa (ASTM D4737),[4] que opera con cuatro variables.
Esta determinación se realiza sobre la base hidrocarbonada en exclusiva, por lo que no incorpora el posible efecto de los aditivos mejoradores.