Se define como el porcentaje complementario del ingreso medio de la población pobre respecto a la línea de pobreza.
Se define así para que, cuanto más severa sea la pobreza, mayor sea el índice de brecha de pobreza.
Si se utilizara a secas el porcentaje del ingreso medio de la población pobre respecto a la línea de pobreza, en vez del complementario, se daría la situación contraintuitiva de que cuanto mayor fuera el resultado, menor sería la pobreza.
[8] Pero ojo, no permite saber cuántos pobres hay, sino que indica cómo de pobres son los que hay.
También ayuda a valorar globalmente el progreso de una región en la reducción de la pobreza, y a evaluar políticas públicas o iniciativas privadas.
A veces se da como fracción, entre 0 y 1.
Un valor teórico de 100 % implica que todo el mundo en la población tiene cero ingresos.
Si se produce crecimiento económico (y conseguir que se produzca no es sencillo), los ingresos de unos aumentarán más que los de otros.
[11] Y aunque todos aumentaran lo mismo, aquellos con ingresos sustancialmente inferiores a la línea de pobreza (digamos 300 $) seguirían siendo pobres con este aumento (300 + 25 continúa siendo inferior a 500).
En el barrio B, tanto el hogar 1 como el 2 tienen ingresos anuales de 200 $.
Centrarse en medir con precisión la desigualdad de ingreso desvía la atención de aspectos cualitativos como capacidades, habilidades y recursos personales con los que erradicar sosteniblemente la pobreza.
Una medida mejor se centraría en las capacidades y el consiguiente consumo de los hogares pobres.
Estas sugerencias fueron inicialmente polémicas, pero con el tiempo han inspirado a otros estudiosos para proponer numerosos refinamientos.
[3][13][14][15] El índice de pobreza Foster-Greer-Thorbecke es la forma general del PGI.
, también está relacionado con el PGI[16] y se calcula del modo siguiente: Las letras significan lo mismo que en la fórmula del PGI.