El éter vinílico (también conocido como éter divinílico u óxido de vinilo) es un anestésico inhalado que fue introducido en 1931[1] y comercializado por Merck and Co.
El éter vinílico es un líquido incoloro transparente con un olor característico.
[2] Las propiedades anestésicas del éter vinílico fueron descubiertas por el farmacólogo Chauncey D. Leake y Mei-Yu Chen quienes lo encontraron preferible al cloroformo[3] tras haberlo probado en ratones.
[4] El éter vinílico fue empleado en obstetricia, cirugías menores y en odontología.
[5] En investigaciones posteriores se realizaron extensos estudios fisiológicos, patológicos y clínicos sobre perros, monos y humanos y se demostró a partir de las determinaciones de las concentraciones en la sangre necesarias para producir anestesia que la potencia anestésica del éter vinílico es cuatro veces mayor que la del éter etílico y una y tres décimas mayor que la del cloroformo.