Municipio de Ébano
Denominación: Ébano, con referencia a un árbol de esta especie que se encontraba en la “parada” del Ferrocarril Central San Luis – Tampico inaugurado en 1890.Predominan los pastizales cultivados, como: zacate estrella africana, guinea, pangola y búfell.Fauna: Víboras de cascabel, conejos, liebres, tlacuaches, armadillos, cotorros, garzas, tordos, colibríes, venados, coyotes y gato montés.Grupos étnicos: Los más numerosos se encuentran en el poblado ejidal Ponciano Arriaga y aún conservan gran parte de su cultura ancestral.Además, la carretera 70 que une poblaciones importantes como Tampico, Pánuco y Cd.Actividades Económicas: La mayor parte de la población, sobre todo la rural, se dedica a la agricultura, cultivando principalmente maíz, frijol, sorgo, papaya, tomate y pasto.Atractivos históricos y culturales: Se encuentra el monumento al pozo Pez No.Edificios construidos en el siglo pasado por las compañías petroleras utilizando materiales traídos de Europa.Las comunidades más importantes son: Ponciano Arriaga, Pujal Coy, Aurelio Manrique, Plan de Iguala, Estación Velasco y Reforma.A esta región se le asignó un misionero que recorría el territorio de Pánuco, Ébano y Cd.A principios del siglo XX su dueño era el señor Mariano Arguinsoniz, que había heredado esta propiedad de sus padres españoles.El chapapote de El Tulillo constituía un problema, ya que provocaba constantemente la muerte las reses.Además, el terreno no prestaba ninguna ventaja para la agricultura, pues gran parte del año permanecía seco.Si los conquistadores españoles vinieron tras el oro, los imperialistas anglosajones del siglo pasado llegaron tras el petróleo.Edward Laurence Doheny, un aventurero buscador de plata, oro y petróleo, hizo el viaje desde Los Ángeles, California, hasta Tampico en compañía del geólogo Charles A. Canfield y comprobó la información que le hizo llegar su amigo Robinson (Gerente del Ferrocarril).Al saber que El Tulillo estaba en venta, decidió invertir sus ahorros y además consiguió dinero en las oficinas generales del Ferrocarril Central en la Cd.Además, no tendrían que pagar impuestos por importar por una sola vez toda la maquinaria necesaria para explotar y refinar el “crudo”, incluyendo tubería, tanques, gasómetros y materiales para edificios destinados a la explotación.Basándose en esta beneficiosa ley para cualquier compañía extranjera, el General Porfirio Díaz hizo las primeras concesiones importantes al norteamericano Edward Laurence Doheny y al inglés Weetman Dickinson Pearson.Nombraron para esa comisión a los geólogos Juan Villarelo y Ezequiel Ordóñez.Con el asesoramiento del Ing. Ordóñez se intensificaron los trabajos en Ébano, pero desgraciadamente la compañía había perdido 2,5 millones de dólares en la perforación de los 19 pozos anteriores, además los accionistas de California no querían invertir más dinero a la compañía y los bancos estadounidenses se negaban a otorgar más créditos a la Mexican Petróleum Co., por lo que Doheny decidió suspender los trabajos y dejar solo el personal estrictamente necesario para vigilancia.Doheny y Canfield consideraban esta idea descabellada, imposible de llevar a cabo.A 177,3 metros se hizo la primera localización arrojando una producción de 28 barriles diarios.No solo se dedicaban a explotar el subsuelo, sino también al pueblo mexicano.En esta escuela conocieron las primeras letras los hermanos Ortiz, los Cuevas, los López, los Banda, los Lee, Juan Rocha, los Chong o los Zamora, entre otros.En esa época llegó a Ébano gente de Cerritos y del Altiplano para repoblar el lugar.En 1906, la producción petrolera en Ébano se elevó a 527 000 barriles anuales y para 1907 rebasó el millón.También se tendió una vía ferroviaria angosta para transportar el crudo hasta las dos llenaderas que se encontraban en la estación del ferrocarril San Luis-Tampico (esta vía sirvió también para el tránsito de un tranvía que funcionó hasta fines de los 50).Carranza, considerando haber logrado un ambiente de paz para el país, ordenó el licenciamiento del ejército federal.Ébano, como todos los demás campos petroleros del país, en su inicio sufrió la discriminación y explotación de la clase obrera.Nacieron las ideas del sindicalismo en México y entre los trabajadores petroleros de Ébano, surgieron también líderes que organizaron a la gente para participar en todos los movimientos de lucha que trajo como consecuencia el Sindicato Obrero, buscando beneficios sociales para sus familias.