Ángeles con caras sucias (Angels with Dirty Faces) es una película de cine estadounidense de 1938 dirigida por Michael Curtiz, con James Cagney y Pat O'Brien como actores principales.
Rocky Sullivan y Jerry Connelly son dos pequeños delincuentes juveniles.
Un día son sorprendidos mientras intentan robar unas estilográficas en un vagón de tren.
Tras múltiples salidas y entradas en prisión, Rocky acaba convirtiéndose en un gánster.
Las cosas se van complicando, puesto que Rocky por una parte se convierte en el ídolo de los jóvenes a los que el sacerdote pretende redimir y por otra acaba matando a Frazier y Keefer.