Ángel de fuego
Alma reconoció en ellos una promesa: vislumbró una esperanza, y encomendó a Dios el futuro de su hijo.Sin ser panfletaria, la realizadora propone una visión entre asombrada y paradójica de un México de enormes contradicciones y pobreza que ningún milagro económico ha podido eliminar.Para mí no hay relación humana que en sí misma deba ser condenada.Quería, sobre todo, hacer comprender al público que nadie está seguro.Es una fantasmagoria, mi propia indagación, sobre la fe; una historia de sacrificios como máxima exigencia para sobrevivir en este planeta",[3] comenta la realizadora Dana Rotberg sobre la temática del incesto que prevalece en la película.