En el penal de Las Palmas edita, junto a más internos, la revista Surcos, donde publica poemas, cuentos y reflexiones.
Retrata a numerosos presos políticos, obras guardadas en el Museo Carlos Maside de Sada.
Tras ser puesto en libertad en 1941 publica sus primeros libros: Redondel sin salida (1944) Alba esencial (1944) Muerte siempre(1945) La agonía junta(1946).
En 1947 se publica en Las Palmas de Gran Canaria, “ Antología cercada”, valorada como un hito en el panorama de la poesía española, en la que colaboran cuatro escritores canarios: Agustín Millares Sall, Ventura Doreste, José María Millares Sall y Pedro Lezcano, y uno gallego: Ángel Johán (La eterna canción).
[3] En esta colección publica Ricardo Carballo Calero, por entonces director y consejero delegado del Colegio Fingoy, el libro: Poemas pendurados de un cabelo.
En el año 1955 es incluido por Francisco Fernández del Riego en su "Escolma da Poesía Galega".