La inspección previa al envío (también inspección previa al envío o PSI ) es una parte de la gestión de la cadena de suministro y un método de control de calidad importante para verificar la calidad de los bienes que los clientes compran a los proveedores.
La inspección final aleatoria ( PSI) ayuda a garantizar que la producción cumpla con las especificaciones , el contrato o la orden de compra vigentes. Una inspección final aleatoria (FRI) verifica los productos terminados, a menudo cuando se ha producido y empaquetado para la exportación al menos el 80 % de un pedido. Las muestras se seleccionan al azar, de acuerdo con los estándares y procedimientos.
El muestreo de aceptación de reenvío , que implica inspección y pruebas de aceptación , puede ser acordado entre un comprador, un proveedor y un banco, y puede usarse para iniciar el pago según una carta de crédito . Un PSI se puede realizar en diferentes etapas antes del envío, como verificar la cantidad total de bienes y el embalaje, controlar la calidad o la consistencia de los bienes, verificar toda la documentación, como por ejemplo los informes de prueba, la lista de embalaje o la verificación del cumplimiento de las normas del país de destino como ASME, marca CE y aranceles de importación.
Hay tres niveles de defectos en una inspección previa al envío y cada defecto escala al siguiente.
El equipo de inspección se encarga del pedido y del envío. Es quizás el proceso más detallado de todo y es cuando es más probable que se descubran los problemas. Este paso lleva mucho tiempo, pero los importadores lo consideran la parte de facto del proceso de inspección.
¿Funciona el producto de la manera prevista, lo cual es importante para productos electrónicos, juguetes y similares?
UL, CE, BSI, CSA, FDA, etc. son todas partes de un control de seguridad. Es en el mejor interés del importador asegurarse de que todos los productos cumplan con los requisitos, en particular para la maquinaria y cualquier producto que utilice electricidad.
Existen dos tipos de empresas PSI:
Una forma superior del PSI se denomina expedición , en la que se incluyen en el control las fechas de entrega y de producción.
La PSI aumenta las cargas y los costos en el comercio internacional y puede ser contraproducente para el país importador y sus comerciantes.
Varios países están considerando la posibilidad de poner fin al uso de los servicios de empresas de inspección, de conformidad con el artículo 10.5 del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC, Inspección previa a la expedición: 5.1. Los Miembros no exigirán el uso de inspecciones previas a la expedición en relación con la clasificación arancelaria y la valoración en aduana.
En 1988, la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa adoptó la Recomendación Nº 18, Medida recomendada 8.2 “Desaliento de la inspección previa al embarque”, que luego fue adoptada en 1999, en la Recomendación Nº 27 de la CEPE, que “alienta el uso del instrumento de la OMC en relación con las inspecciones previas al embarque (IPE) cuando dichas inspecciones se consideren necesarias como medida provisional, al tiempo que desalienta la práctica de la IPE en general”. [3]