El primer telar mecánico fue diseñado en 1784 por[1] Edmund Cartwright y fue construido en 1785, después de ser perfeccionado por William Horrocks.
[2] Esto permitió hacer textiles mucho más rápido que un ser humano.
[3] En 1890 el ingeniero estadounidense James H. Northrop construyó un telar automático mucho más eficiente, su invento, el telar de "reposición de trama" automática revolucionó la industria textil.
[4] Originalmente, los telares mecánicos utilizaban una lanzadora volante para lanzar la trama a través de la urdimbre, pero en la primera mitad del siglo XX entró en servicio un telar más rápido y más eficaz sin lanzadora.
Existen nuevos telares controlados por computadora, incluso para uso personal, para tejeros que quieran trabajar en casa.