Es una meseta calcárea en la Alta Normandía que se extiende hasta los acantilados de la Mancha.Los grandes herbívoros desaparecieron o emigraron y el jabalí, los ciervos, los conejos empezaron a aparecer en los bosques.El arte figurativo de las grutas iba desapareciendo para empezar a desarrollarse el abstracto.Los muertos no eran casi nunca enterrados, numerosas revisiones post mortem son difíciles de interpretar.Parece ser que los cadáveres no eran tabú, como pudieron serlo en las sociedades de agricultores posteriores.La agricultura progresó: la cultura del trigo propició las grandes explotaciones en las que se practicaba la plantación trienal.La paz y la prosperidad llegadas a partir del 1450 dieron la posibilidad de construir las casas solariegas utilizando los materiales locales (sílex, caliza), dejándose influenciar por el Renacimiento.Los más curiosos son poligonales y con vigas de madera a la vista.El limo fértil recubre una gran parte de estas mesetas, pero sufre la erosión eólica.Los árboles se plantan en un talud: hayas, robles o, actualmente, los olmos utilizados por su rápido crecimiento.Constituyendo un parapeto contra el viento, los taludes plantados retienen, asimismo, el agua de la lluvia.Con el crecimiento demográfico del siglo XVIII los cercados arbóreos acabaron formando las aldeas rodeadas de setos.El litoral está constituido por los acantilados de piedra caliza, más o menos altos.Los acantilados retroceden, en mayor o menor medida, en función de la erosión marina.El país de Caux es una próspera región agrícola en la que se practica la policultura: trigo, maíz, patatas, alfalfa, remolacha, colza, son los principales cultivos.
Casa solariega Rouelles, palomar.
Granja cauchoise, arquitectura tradicional con utilización de ladrillos, sílex negro, piedra calcárea y paja.