Los trastornos motores del habla son una clase de trastornos del habla que alteran la capacidad natural del cuerpo para hablar debido a deficiencias neurológicas. Estas deficiencias neurológicas dificultan que las personas con trastornos motores del habla planifiquen, programen, controlen, coordinen y ejecuten producciones del habla. [1] Las alteraciones de la capacidad natural del individuo para hablar varían en su etiología en función de la integridad e integración de las actividades cognitivas, neuromusculares y musculoesqueléticas . Hablar es un acto que depende del pensamiento y la ejecución sincronizada del flujo de aire y la colocación motora oral/oral de los labios , la lengua y la mandíbula que puede verse alterada por la debilidad de la musculatura oral ( disartria ) o la incapacidad de ejecutar los movimientos motores necesarios para la producción de sonidos específicos del habla ( apraxia del habla o dispraxia verbal del desarrollo ). Dichos déficits pueden estar relacionados con la patología del sistema nervioso (sistemas central y/o periférico involucrados en la planificación motora ) que afectan el tiempo de la respiración, la fonación, la prosodia y la articulación de forma aislada o en conjunto.
La disartria es la capacidad reducida para planificar los movimientos volitivos necesarios para la producción del habla como resultado de la debilidad/paresia y/o parálisis de la musculatura del mecanismo oral necesario para la respiración , la fonación , la resonancia , la articulación y/o la prosodia .
Existen dos tipos de apraxia: la apraxia del desarrollo (o apraxia del habla infantil) y la apraxia adquirida. La apraxia del habla infantil (AHI) es un trastorno neurológico de los sonidos del habla infantil que implica una precisión y consistencia deterioradas de los movimientos necesarios para la producción del habla sin ningún déficit neuromuscular (ASHA, 2007a, sección Definiciones de AHI, párrafo 1). Ambas son la incapacidad de planificar movimientos motores volitivos para la producción del habla en ausencia de debilidad muscular. La apraxia no es el resultado de problemas sensoriales o problemas físicos con las estructuras articulatorias en sí, sino simplemente la forma en que el cerebro planifica moverlas.
La dispraxia verbal del desarrollo es una incapacidad para planificar movimientos voluntarios para la producción del habla en ausencia de debilidad muscular. Las investigaciones han sugerido vínculos con el gen FOXP2 .
Duffy, Joseph (2013), Trastornos motores del habla (3.ª ed.), St. Louis, MO: Elsevier Mosby