Un legado para una misa ocurre cuando una persona deja un legado en su testamento para que se celebre una misa por el descanso de su alma. [1]
En Inglaterra, después de la Reforma, tales legados se consideraron inválidos ante la ley por ser "supersticiosos" hasta 1919, cuando la Cámara de los Lores los consideró válidos. [2]
En Irlanda, una sentencia del Tribunal de Cancillería de 1823 determinó que en ese país dichos legados siempre habían sido legalmente válidos. [3]