Lanugo

Por lo general crece densamente en lugares del cuerpo en los que normalmente no crece cantidades suficientes de pelo.

El lanugo está presente en los fetos como parte normal de su desarrollo durante el embarazo y se pierde aproximadamente a las 40 semanas de edad gestacional.

[1]​ Al transcurrir el desarrollo y madurez fetal, el lanugo se cae de la piel y queda suspendido en el líquido amniótico, el cual es digerido por el feto.

Subsecuentemente, el lanugo contribuye a la formación del meconio neonatal y la presencia de lanugo en recién nacidos es un signo de nacimiento prematuro.

[2]​ El lanugo es también encontrado en otros animales, por ejemplo, focas[3]​ y elefantes.