[2][3] Aparece con más frecuencia en áreas de la cabeza, cuello, mama —sobre todo después de radiación sobre el órgano—, hueso, hígado y bazo.
El angiosarcoma es un tumor maligno agresivo y de rápido crecimiento que tiene la particularidad de tender a reproducirse en el mismo lugar en el que se ha extirpado, por ello la cirugía no siempre es satisfactoria y se suele complementar con tratamientos de quimioterapia o radioterapia.
Según su origen pueden dividirse en 2 grupos:[4] • Primitivos o idiopáticos.
No existe antecedente de enfermedad previa que justifique su aparición, se presentan habitualmente en la piel de la cabeza o en tejidos blandos y profundos.
Existe un antecedente que justifica su aparición, por ejemplo radiaciones para el tratamiento de otro tumor previo, traumatismos graves o edema de origen linfático —linfedema—.