Ley de Emergencia Bancaria

La Ley formulaba un plan según el cual se clausuraban definitivamente todos los bancos de manifiesta insolvencia, permitiendo operaciones sólo a los bancos que demostraran ser los suficientemente solventes para sostenerse.El sentimiento de apremio era tan evidente que la ley fue aprobada pese a que sólo existía una copia disponible en la asamblea, y muchos legisladores aceptaron votar por ella sin siquiera leerla antes, aceptando tan sólo la explicación presidencial.La ley entró en vigor junto con una garantía de la Reserva Federal para proporcionar fondos a los bancos solventes que pudieran reabrir, lo cual causó de facto que el gobierno federal asegurase el 100% de los depósitos bancarios.Esta confianza causó que al reabrirse los bancos el 13 de marzo de 1933 los ahorristas volvieran a depositar sus fondos en éstos, en agudo contraste con los masivos retiros de depósitos que habían sucedido en meses anteriores.Esta Ley fue una respuesta rápida a una situación de emergencia, pero el proyecto de Roosevelt no contemplaba un financiamiento permanente a los bancos, y así en el mismo año 1933 se emitió la 1933 Banking Act o Ley Glass-Steagall (la actual Ley de Bancos de Estados Unidos) más acabada y con mayor detalle.