Su contenido es erótico o humorístico y son de carácter popular.Se caracterizan, por lo tanto, por una reacción popular contra la literatura cortesana y clerical.Se conservan unos 150, escritos entre finales del siglo XII (el de Richeut data de 1159) hasta principios del siglo XIV.Los fabliaux carecen de una finalidad moralizadora al estilo de los enxiemplos medievales, y podría afirmarse, más bien, que es al contrario.Al reflejar los vicios de la sociedad, no se pretende dar una lección moral para que el vicioso se corrija, sino que solamente se busca provocar la risa, burlarse y lograr un efecto cómico.