La epidemia de dengue de 2024 en Argentina es un brote de esta enfermedad, transmitida por el mosquito Aedes aegypti . [1] Se considera hasta la fecha como el mayor brote de dengue en la historia argentina. [2] [3] [4] [5]
Los brotes epidémicos se han atribuido al cambio climático y a la movilidad de personas entre países vecinos. Desde la semana epidemiológica 1 a la 13 de 2024 se han notificado 215.885 casos, con una tasa de letalidad del 0,07%. Si bien la vacuna tetravalente TAK-003 ha sido aprobada, su accesibilidad está limitada por su alto costo. La escasez de insumos médicos y reactivos de diagnóstico ha provocado una crisis en algunos centros de salud, mientras que las políticas públicas, en particular en relación con la no inclusión de la vacuna en el calendario obligatorio y la falta de asignación de fondos para campañas de concientización, han generado controversia. El 9 de mayo de 2024, el Gobierno argentino anunció que ofrecerá la vacuna contra el dengue, pero solo limitada a las áreas endémicas con mayor prevalencia de casos. [6]
El dengue se ha extendido más en las provincias del norte de Argentina que en las del sur del país. Esto se debe a que la Patagonia tiene un clima más frío que las regiones del norte.
En abril de 2024, los casos en las Américas superaban los 5 millones de personas. [7] Para el 10 de junio de 2024, Argentina había notificado más de 500.000 casos. [8]
La temporada actual se distingue por ser la más significativa en términos de magnitud exponencial. [9] Además, destaca por la persistencia de casos en todas las semanas hasta el momento. El pico se alcanzó en la semana epidemiológica 11 de 2024, con un récord histórico de 33.866 casos, marcando el máximo número de casos reportados en una sola semana hasta la fecha. [10]
El proceso de cambio climático ha producido abundantes lluvias y altas temperaturas, (fenómeno llamado tropicalización ) favoreciendo la reproducción del mosquito transmisor del virus del dengue, adelantando la epidemia este año varias semanas respecto a temporadas anteriores, que históricamente, los picos de infección tendían a ocurrir entre marzo y abril, lo que sugiere un aumento continuo de casos. [11] Las precipitaciones proporcionan más lugares para que las hembras pongan sus huevos, mientras que las temperaturas elevadas permiten a los mosquitos completar su ciclo de maduración y dispersar el virus. [12] Se han reportado escaseces de repelente de insectos . [13]
El doctor Ricardo Gurtler, investigador del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires, sostiene que el aumento de casos de dengue en Argentina no se debe sólo a la situación de Brasil , donde la incidencia de la enfermedad es alta y se ha producido un movimiento del virus a otras regiones, sino también al intenso intercambio que Argentina tiene con países vecinos como Paraguay y Bolivia . Estos países han experimentado brotes epidémicos de dengue durante el año, lo que podría haber contribuido al aumento de casos en Argentina debido a la movilidad de las personas y la propagación del virus a través de las fronteras. [14]
También es importante señalar que algunas zonas del país experimentaron un aumento significativo de las precipitaciones debido al fenómeno de El Niño [15] . Esto contribuyó a un exceso de estancamiento de agua en comparación con los niveles normales. Además, los mosquitos han desarrollado resistencia a las temperaturas más bajas, extendiéndose a latitudes más al sur de lo habitual [12] .
En sentido complementario, la ausencia de una campaña de prevención visible y masiva a través de la comunicación pública (directamente relacionada con la decisión del gobierno nacional de no invertir en difusión) incidió negativamente, no permitiendo alertar a la población para realizar acciones que mitiguen y combatan el desarrollo de esta epidemia. [16]
Además, el Gobierno argentino no implementó la vacuna en el plazo previsto. [17] Esta situación se agravó por la falta de control de precios tras el desmantelamiento de las áreas regulatorias por parte del nuevo gobierno de Javier Milei . [18]
El brote de dengue, así como el de otras arbovirosis , es analizado por el Ministerio de Salud en el contexto de la “temporada epidemiológica”, que en este caso se encuentra en el período 2023/2024, que abarca desde la semana epidemiológica 31 del año 2023 hasta la semana epidemiológica 30 del año 2024, en la que se han registrado en Argentina un total de 232.996 casos de dengue. De ellos, 215.885 casos se han registrado específicamente desde principios del año 2024 hasta la semana epidemiológica 13. De estos casos, el 90% son considerados autóctonos, el 7% están en fase de investigación y el 3% son importados. Datos extraoficiales indican una cifra aproximada de 1.000.000 de casos. [19]
En cuanto a la incidencia acumulada hasta el momento en todo el país, se sitúa en 495 casos por cada cien mil personas. [10]
Durante este período se han clasificado como dengue grave 512 casos, lo que representa el 0,2% del total de casos. Además, se han registrado 161 muertes relacionadas con el dengue, lo que representa una tasa de letalidad del 0,069%. [10]
Es importante resaltar que se observa una persistencia de casos a lo largo de todo el periodo analizado, así como un avance en el incremento estacional a partir de la semana epidemiológica 40, con una aceleración a partir de la semana epidemiológica 50 y aún mayor desde la SE6 a la actualidad.
Si bien existen casos de dengue y notificaciones investigadas en todas las provincias de Argentina , actualmente existen 19 jurisdicciones distribuidas en las cinco regiones del país, donde se ha confirmado la presencia del virus del dengue con circulación viral autóctona. Estas áreas incluyen todas las provincias del NOA , regiones Noreste Argentino Cuyo y Centro, así como la provincia de La Pampa en la región Sur. Por otro lado, no se ha detectado circulación viral autóctona en las provincias de Chubut , Neuquén , Río Negro , Santa Cruz y Tierra del Fuego . [20]
Se han detectado tres serotipos de dengue circulando en el país: DEN-1, DEN-2 y DEN-3, con predominio del DEN-2 seguido del DEN-1. En las últimas semanas epidemiológicas se identificaron 126 casos de coinfección de los serotipos DEN-1 y DEN-2, principalmente en las regiones Central y NEA. Estas coinfecciones no se han asociado a casos fallecidos. [10]
Aunque se han reportado casos de dengue en todos los grupos de edad, se destaca una mayor incidencia acumulada entre los 15 y 64 años en comparación con la población general, que presenta una incidencia acumulada de 321,5 casos por cada cien mil habitantes. Esta incidencia disminuye al final de la vida. Una incidencia acumulada mínima se registra en menores de 4 años, con 77 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la máxima se observa entre los 25 y 29 años, con 423 casos por cada 100.000 habitantes. [10]
Durante el periodo comprendido entre la semana epidemiológica 31 de 2023 y la semana epidemiológica 13 de 2024, se han registrado en el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud (SNVS) un total de 512 casos clasificados como dengue grave en 18 jurisdicciones, y se han notificado 161 casos fallecidos en 16 jurisdicciones. De estas muertes, 151 casos corresponden al año 2024. [10]
La región Central aporta el mayor número de casos de dengue grave, seguida por la región NEA. La tasa de letalidad a nivel de país hasta el momento es del 0,07%. Se ha determinado el serotipo involucrado en 57 de los casos, con 40 casos del serotipo DEN-2 y 17 casos del serotipo DEN-1. [10]
No existen discrepancias en la proporción de defunciones según su sexo, existiendo un equilibrio entre los registros de personas de sexo legal femenino y masculino, representando ambos el 50%. La mediana de edad de los fallecidos fue de 49 años, con una variación que va desde menos de 1 año hasta los 91 años. Las muertes se produjeron en todos los grupos de edad, siendo los mayores de 80 años los más afectados, seguidos de los grupos de 70 a 79, 60 a 69 y 30 a 39 años. Sin embargo, el grupo de 30 a 39 años registró el mayor número de casos en general. [10]
Se registraron comorbilidades en 61 casos fallecidos, siendo las más comunes la diabetes , las enfermedades cardíacas , la obesidad , las enfermedades neurológicas crónicas y la insuficiencia renal crónica . Hasta el momento, no se dispone de datos sobre comorbilidades preexistentes en el 62% restante de los casos fallecidos. [10]
Aunque la mayoría de los casos suelen ser asintomáticos, el dengue grave puede causar la muerte. [21] Los síntomas de alerta del dengue grave suelen aparecer entre 24 y 48 horas después de que haya desaparecido la fiebre. Si una persona experimenta dolor abdominal, vómitos (al menos tres veces en un período de 24 horas), sangrado por la nariz o las encías y/o se siente fatigada, agitada o irritable, es crucial buscar atención médica de inmediato. Los casos graves afectan a los vasos sanguíneos y comienzan con fiebre leve, dolor ocular, malestar y dolor en las articulaciones y músculos, y posiblemente erupciones cutáneas. Posteriormente, pueden producirse hemorragias graves en el estómago, los intestinos y la nariz. La forma más extrema puede provocar hemorragias graves, shock o daños en órganos vitales como miocarditis , inflamación aguda del cerebro o hepatitis y, en última instancia, la muerte. [10]
Entre los casos fallecidos con información clínica completa, los signos y síntomas más frecuentes fueron fiebre, cefalea, mialgias y artralgias, diarrea y dolor abdominal. Hasta la semana 12 en menores de 16 años, el 72% de los casos presentó alguna manifestación gastrointestinal, mientras que hasta la semana 13 en menores de 15 años, el 67% presentó alguna manifestación gastrointestinal. [10]
La segunda infección por el virus del dengue puede ser mortal, especialmente si la persona infectada desarrolla un dengue grave. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que haber tenido una infección previa por el virus del dengue aumenta significativamente el riesgo de desarrollar un dengue grave. Este riesgo aumenta considerablemente aún más si la segunda infección está causada por un serotipo diferente del virus. [10]
Los grupos con factores de riesgo para desarrollar dengue grave incluyen niños menores de un año, mujeres embarazadas, adultos mayores de 65 años y personas con afecciones médicas subyacentes (comorbilidades) que puedan comprometer su sistema inmunológico o su capacidad para combatir la infección. Estos grupos son especialmente vulnerables y deben tomar medidas adicionales para prevenir una segunda infección por el virus del dengue y buscar atención médica urgente si presentan síntomas de la enfermedad. [10]
La infección por dengue, al ser de origen vírico, carece de un tratamiento específico, centrándose más bien en aliviar los síntomas y manejar sus posibles complicaciones. Para ello, el paracetamol es la medicación recomendada como antipirético y analgésico, mientras que se desaconseja el uso de AINE como el ibuprofeno , la aspirina o el naproxeno por su potencial para empeorar la situación al intervenir en la función plaquetaria. Dado que el dengue produce fatiga y dolores corporales, es fundamental el descanso, acompañado de baños frecuentes para mantener la temperatura corporal. Además, se recomienda una hidratación constante, bebiendo al menos un litro y medio de agua al día para prevenir la deshidratación y favorecer la recuperación. [10]
En abril de 2023, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica ( Qdenga , desarrollada por el laboratorio japonés Takeda Pharmaceutical Company , convirtiéndola en la única vacuna aprobada hasta la fecha para combatir el dengue en Argentina. [22]
) dio luz verde al uso de la vacuna tetravalente TAK-003 conocida comoEsta vacuna está basada en el virus DENV-2, al que se le incorpora ADN de los otros tres serotipos. Esta combinación permite proteger contra los cuatro tipos conocidos de dengue. El esquema de vacunación consta de dos dosis, administradas con un intervalo de tres meses entre cada una. [22]
Se consigue a un costo de 70.000 pesos (equivalentes a 70 dólares en el mercado paralelo), lo que resulta inaccesible para muchos, considerando el salario mínimo de 200 dólares. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda su aplicación para quienes ya han sufrido una primera infección. [23]
La Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) ha sugerido al Gobierno que proceda a la aplicación de una “estrategia de vacunación específica”, centrada en zonas concretas o grupos prioritarios. Finalmente, el Gobierno la incorporó al calendario de vacunación el 10 de mayo. [14]
Aunque el Ministerio de Salud suele difundir información sobre el dengue a través de diferentes canales como las redes sociales y su página web oficial, el gobierno que lidera Javier Milei ha descartado la asignación de fondos de publicidad oficial utilizados para concientizar sobre esta enfermedad en medios masivos, a menos que surja una "emergencia" , y que además "es culpa del kirchnerismo " . mientras que la hipótesis de Adorni fue rechazada por el estratega digital de Milei, Fernando Cerimedo, quien apuntó directamente al fundador de Microsoft , culpando a Bill Gates por el dengue, postura asumida por algunos miembros del gabinete. Manuel Adorni , vocero presidencial, mencionó que la epidemia de dengue no es considerada una prioridad para el gobierno ni necesaria para reactivar la publicidad gubernamental, que el Ejecutivo no ve necesario incluir la vacuna contra el dengue en el esquema obligatorio de vacunación, a diferencia de Brasil , que tomó esa medida en febrero, y argumentó esa postura señalando que "la efectividad no está probada". [3] [24] [25] [26] [27] [28] [29] [30] La vacuna finalmente se anunció a principios de mayo. [31]
Ante el brote de dengue, dos diputados nacionales de Santa Fe , una de las provincias más afectadas, presentaron un proyecto de ley para establecer medidas de prevención contra la propagación de la enfermedad e incluir la vacuna contra el dengue en el calendario obligatorio de vacunación. [32]
El ministro de Salud, Mario Russo, declaró sobre la epidemia que la vacuna disponible para ella “no sirve, no es efectiva, para mitigar un brote” y relativizó la falta de repelentes, situación que resumió como un problema entre la oferta y la demanda. [33] [34]
En respuesta a la falta de suministros, el 4 de abril el gobierno argentino decidió abrir las importaciones de repelentes de insectos en todas sus formas sin intervención de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica . Impuesto al Valor Agregado (21%) y de la retención del impuesto a las ganancias (6%). [36] Las medidas fueron oficializadas en el Boletín Oficial el 8 de abril de 2024, el mismo día en que llegó el primer cargamento con 22 mil unidades de repelente desde México . [36] [37] Sin embargo, al tratarse de una donación, los repelentes no fueron vendidos comercialmente, sino que serán entregados a Cáritas y otras organizaciones benéficas para su entrega directa a grupos vulnerables. [37] Una segunda importación que llegó desde Polonia el 9 de abril la cual fue utilizada para el abastecimiento general de los estantes de supermercados y farmacias. [37] [38]
35] Estas importaciones especiales fueron eximidas de la recaudación delAnte el aumento de casos de dengue, varios hospitales públicos han implementado protocolos especiales para la atención de los pacientes. En algunas provincias se han reprogramado cirugías no urgentes para liberar camas y garantizar la disponibilidad de pacientes afectados por esta enfermedad. Las guardias de algunos centros de salud, que ya se requerían con anterioridad, se han visto desbordadas por la creciente demanda de pacientes con síntomas de dengue. [14] [32] [39] En algunos casos incluso se recibe atención médica en las salas de espera. [40]
En el Hospital General de Agudos Bernardino Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires , la afluencia de pacientes ha sido tal que en ocasiones la fila de espera ha llegado a rodear la cuadra. [41] personas con fiebre alta, dolor ocular o malestar gastrointestinal han tenido que esperar sentadas en el suelo o de pie por falta de espacio en las zonas de espera. [42]
En medio de una crisis por el brote masivo de dengue, la multinacional estadounidense SC Johnson & Son , dueña de marcas como OFF!, “Fuyí” y “Raid” en Argentina, se convirtió en el centro de críticas debido a prácticas abusivas derivadas de su posición dominante en el mercado de repelentes de mosquitos. Los consumidores se quejan de escasez de productos y precios exorbitantes que varían significativamente entre diferentes tiendas. [18] [43] [44] [45] [46 ] [47 ] [48] [49] [50] [51] [52]
Mientras la empresa argumenta que están aumentando la producción para satisfacer la creciente demanda, los consumidores sostienen que los precios exorbitantes, que llegan hasta diez veces el valor original, no tienen justificación económica y representan un flagrante abuso hacia la población que busca proteger su salud. El ingrediente principal de estos repelentes, la N,N-dietil-meta-toluamida (DEET), desarrollado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en 1946 y liberado para uso público cuatro años después, sigue siendo crucial en la lucha contra los mosquitos que transmiten enfermedades como el dengue. [18]
La falta de insumos y reactivos para diagnosticar el dengue está generando una crisis en el sistema de salud de Argentina. La alta demanda de estos artículos, exacerbada por el brote histórico de la enfermedad, ha provocado desabastecimiento en hospitales públicos y privados de todo el país. [53] Los proveedores, ubicados en su mayoría en Buenos Aires, enfrentan dificultades para distribuir reactivos, lo que ha resultado en demoras en su entrega y en la imposibilidad de realizar pruebas diagnósticas efectivas. Esta situación se ve agravada por el aumento de los precios de los insumos médicos, lo que dificulta aún más su adquisición por parte de las instituciones de salud. [54]
La falta de reactivos está teniendo graves consecuencias en el diagnóstico y tratamiento del dengue, ya que muchos pacientes se ven obligados a esperar largos períodos para obtener los resultados de las pruebas, lo que retrasa la atención adecuada. Además, esta escasez compromete la capacidad de los hospitales para controlar eficazmente el brote, lo que aumenta el riesgo de propagación de la enfermedad. [55] La situación es especialmente preocupante en provincias como Córdoba y Salta, donde se han registrado altos números de casos y las instituciones de salud tienen dificultades para obtener los suministros necesarios. [56]
En la provincia de Buenos Aires , el gobernador Axel Kicillof criticó al presidente Javier Milei , acusándolo de ignorar por completo la "crisis sanitaria". A partir de un artículo periodístico que sugiere la posibilidad de que el presidente traslade el problema del dengue a las provincias, Kicillof cuestionó su respuesta a la situación diciendo:
Un presidente que se inspira en una ideología o credo “liberal libertario”, “anarcocapitalista”, “de la Escuela Austriaca del siglo XIX” que nunca se ha aplicado en ninguna parte, “decide” desaparecer por completo ante la epidemia del dengue, tumba de la historia. [57]
El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak
se sumó a las acusaciones contra el gobierno nacional, señalando la falta de un plan estratégico para enfrentar el dengue:Un gobierno nacional que inicia sus funciones el 10 de diciembre y que sabe que habrá dengue, no puede asumir el poder sin un plan estratégico. Y aquí no ha habido ni hay un plan contra el dengue. [57]