Martyn Lloyd-Jones

A principios de 1910, cuando Lloyd-Jones tenía 11 años, la casa paterna se incendió durante la noche, y tanto él como sus dos hermanos, Harold y Vincent, estuvieron a punto de morir.

Esto cargó profundamente el corazón de Lloyd-Jones, convirtiéndolo en un joven muy serio, determinándolo a tener éxito en su vida profesional.

Finalmente, el padre pudo hacerse de un negocio y la familia volvió a estar junta una vez más.

En 1925, Lloyd-Jones fue invitado a hablar en una sociedad literaria y de debate, donde dio un discurso titulado La Tragedia del Gales Moderno y en el cual mostró la sorprendente capacidad de análisis, que luego sería tan evidente en su predicación.

Desde la primera visita que Lloyd-Jones hizo a esa iglesia años atrás había puesto sus ojos en ella.

Lloyd-Jones tenía la preocupación de que Bethan lo rechazara cuando le confiara los planes que tenía de dejar la medicina para dedicarse al ministerio; pero para sorpresa suya ella no puso ninguna objeción.

Esa decisión causó tanta sorpresa, que fue comentada en varios periódicos londinenses.

Mucha gente no podía entender cómo un profesional, con un futuro tan brillante, había tomado la decisión de venir a ser el pastor de una iglesia ubicada precisamente en una zona con poco nivel educativo y con mala reputación moral.

Hombres y mujeres reconocidos por su impiedad eran convertidos por el poder del Espíritu de Dios, mientras Lloyd-Jones se dedicaba a predicar expositivamente la Palabra de Dios, versículo por versículo.

Siendo galés de nacimiento, Lloyd-Jones conocía muy bien el carácter emotivo de los galeses, algo que muchos predicadores aprovechaban predicando con un estilo muy emocional para lograr supuestas conversiones que generalmente no duraban mucho tiempo.

De manera que la membresía no sólo creció numéricamente, sino también en madurez espiritual y en el número de hombres que posteriormente llegarían a ser pastores.

De igual manera Lloyd-Jones era cada vez más solicitado como predicador, no solo en el Reino Unido, sino también en los Estados Unidos y Canadá, y muchos comenzaron a ver en él un modelo de predicación.

Fue un período muy difícil para Inglaterra, tanto en sentido económico como emocional, que también afectó a los miembros de la iglesia.

Pero aun así continuaron llevando a cabo sus servicios los domingos casi con normalidad.

Esta biblioteca posee una historia sumamente interesante que ilustra la manera extraordinaria como Dios obra para la expansión de Su reino en el mundo.

En 1903, un hombre llamado Geoffrey Williams conoció al Señor en una iglesia bautista en la que el pastor citaba frecuentemente El progreso del peregrino y otros libros de autores puritanos que no se habían vuelto a reimprimir por más de 200 años.

La segunda institución que Lloyd-Jones ayudó a crear fue la Confraternidad de Westminster.

Como bien ha dicho alguien: “Su vasta experiencia, su profunda sabiduría y su sentido común ayudaron a muchos ministros jóvenes con dificultades aparentemente únicas e insolubles”.

Packer estuvo asistiendo regularmente a la Capilla de Westminister cada domingo entre los años 1948 y 1949.

Otra institución que Martyn Lloyd-Jones ayudó a dar fuerza fue la fundación Estandarte de la Verdad.

Cullum llegó a profesar la fe en una iglesia metodista, pero hacía mucho tiempo que se había apartado del Señor.

Entonces alguien le recomendó que visitara la Capilla de Westminster, donde finalmente se estableció.

Desde su conversión Cullum había estado orando al Señor para que le permitiera hacer algo útil para Su reino el resto de sus días.

Cuando se supo la noticia, muchas iglesias alrededor del mundo comenzaron a orar por su recuperación.

Y aunque la operación fue exitosa, era evidente que el doctor no podía continuar su ministerio como lo había venido haciendo.

En mayo de 1979 comenzó a sentirse enfermo, pensando que era una infección viral, era en realidad la recurrencia del cáncer.

A partir de entonces su salud se fue deteriorando cada vez más, hasta que prácticamente ya no podía levantarse.

Su hija Ann había orado con él y luego se quedó dormido.

Capilla de Westminster en 2009
Fred Catherwood y Ann Lloyd-Jones en la iglesia, 2012