Son naturales del sudeste asiático (Malasia, Filipinas, etcétera) y se han extendido a la India, Indonesia y Sri Lanka.
Las hojas del betel son recolectadas para envolver una droga para mascar conocida como «buyo», típica de Filipinas,[1] que también tiene nuez de areca, cal y tabaco.
Es una planta rastrera perenne con raíces adventicias que alcanza hasta un metro de altura.
Una espiga colgante de color blanco contiene las flores masculinas y femeninas.
Piper betle fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 1: 28–29.