El confit es la técnica de conservación que resulta de cocinar durante mucho tiempo a fuego muy bajo unos alimentos en grasa o azúcar (almíbar).[1] Se emplea tradicionalmente para piezas de carne que se confitan en su propia grasa[2] y se guardan luego en un envase cerrado herméticamente, inmersas y completamente cubiertas por esa misma grasa para evitar su contacto con el aire.La técnica con almíbar se reserva para confitar fruta y flores.Esta técnica se suele utilizar con piezas de cerdo, ganso o pato, siendo estos dos últimos los preferidos y los que se prestan mejor a ese método de preparación y conservación.Puede comerse frío o caliente; en el primer caso quitándole completamente la grasa que lo cubre y en el segundo calentándolo en ella.