Dogfight

Así, se dice que dos o más aviones han protagonizado un dogfight cuando se han enfrentado en un combate aéreo cercano, empleando las llamadas "maniobras de combate aéreo" (siglas en inglés: ACM).De hecho, la tecnología ha posibilitado que un piloto pueda dispararle a un avión enemigo un misil a kilómetros de distancia, empleando los avanzados radares actuales, esto se conoce como «Combate más allá del Alcance Visual» (en inglés BVR; Beyond Visual Range).Sin embargo, cuando el enfrentamiento se produce a corta distancia, ya no es la tecnología la que decide el duelo, sino la pericia del piloto, quien debe colocarse por detrás de la aeronave del enemigo para poder dispararle con el cañón o los misiles de guía infrarroja (IR) de corta distancia —aunque aquí también hay cierta diferencia con el pasado, pues los últimos misiles pueden ser lanzados, al menos en teoría, desde cualquier dirección, y no necesariamente por detrás, lo cual es mucho más difícil—.La velocidad a la que se debe volar para conseguir la tasa de giro sostenida máxima siempre es ligeramente menor a la necesaria para conseguir la tasa de giro instantánea máxima.La tasa de giro es importante en combate porque es la que nos permite modificar hacia dónde apunta nuestro morro y, por tanto, las balas: cuánto más rápido pueda cambiar el piloto la dirección (o sea, girar) antes tendrá el enemigo a tiro.Es la velocidad a la que el avión consigue una tasa de giro instantánea máxima.Según cuánto avancemos el morro por delante del enemigo, se llevará una persecución adelantada más o menos agresiva.Igual que sucede con la persecución adelantada, esta posición nos acerca al enemigo aunque no tan rápidamente.La persecución pura no se utiliza por sí misma salvo como un paso intermedio entre la adelantada y la retrasada.También se puede utilizar como medio para acercarse al enemigo sin perder tanta velocidad como en la persecución adelantada.
Dos cazas F-22 Raptor volando sobre Utah en su primer despliegue oficial, octubre de 2005, simulando un dogfight .