Cuando Abu Bakr as-Siddiq falleció, Asma bint Umáis se casó con Ali Ibn Abi Tálib (primo, yerno y sucesor de Mahoma) y adoptó a Muhámmad ibn Abi Bakr, quien más tarde se convirtió en su fiel seguidor.
Sin embargo, se dice que un soldado sirio llamado Muawiya ibn Hudayj peleó con el prisionero y lo asesinó.
El califa les prometió hacer dimitir inmediatamente al gobernador de Egipto y reemplazarlo por Muhámmad ibn Abi Bakr.
Se descubrió que la carta fue escrita por Marwán ibn al-Hákam..[5] Los Chiitas alaban a Muhámmad por su devoción hacia Ali Ibn Abi Tálib y por su resistencia a los demás Califas que los Chiitas consideran usurpadores.
Según los autores musulmanes chiitas: Ali quiso a Muhámmad ibn Abi Bakr como si fuera su propio hijo y su muerte fue un duro golpe para él.
Ali rezó por él, e invocó bendiciones y la misericordia de Dios para su alma.