Hervey le Breton
Fue nombrado para la sede de Bangor por el rey Guillermo II de Inglaterra cuando los normandos estaban avanzando sobre Gales,[1] por lo que no pudo permanecer en su diócesis cuando los galeses comenzaron a hacer retroceder a los normandos.[1] Su comportamiento hacia los galeses parece haber contribuido a su expulsión de la sede.El nuevo rey, Enrique I, lo quiso trasladar a la sede de Lisieux, en Normandía, pero no tuvo éxito.[2][3] En 1109, se creó una nueva diócesis en Inglaterra, en Ely,[4] y Hervey fue nombrado para el nuevo obispado.[6] También supervisó la construcción de un camino entre Ely y Exning, lo que permitió un acceso más fácil a Ely.