Luego pasó una década entrenando a diferentes selecciones del continente africano, como Costa de Marfil.
[2] Logró clasificar a las águilas para la Copa Mundial de Francia 98, pero no renovó contrato.
[4] Luego de sacudirse del polvo africano, Troussier sufrió un duro revés en su estreno en el mundial.
Posteriormente empató contra Dinamarca (1-1) y Arabia Saudita (2-2), pero esos dos puntos no bastaron para superar la fase de grupos.
[5] Al llegar a Japón el técnico francés, que en África se ganó el apodo de "el mago blanco", se encontró con un país deprimido por el pobre papel de su selección en el Mundial y decidió revolucionar el equipo japonés.
[9] Tras su experiencia nipona, Troussier volvería a dirigir otra selección, esta vez la de Catar.
Aunque el OM terminó el campeonato en un aceptable 5.º puesto, Troussier no continuó en el banquillo del Stade Vélodrome.
[14] Sin embargo, fue cesado en sus funciones sólo dos meses después de su nombramiento por "profundas divergencias" con la Federación marroquí.