Resounding Earth es una composición de música de cámara para conjunto de percusión de la compositora estadounidense Augusta Read Thomas . La obra fue compuesta en 2012 para el grupo de percusión Third Coast Percussion , al cual está dedicada la pieza. Se presentó por primera vez el 30 de septiembre de 2012 en el Centro de Artes Escénicas DeBartolo de la Universidad de Notre Dame en Notre Dame, IN. [1] [2]
Resounding Earth está compuesto por cuatro percusionistas y requiere más de trescientos instrumentos de metal para interpretarlo. Thomas describió la inspiración para la pieza en las notas del programa de la partitura y escribió: "Compuesto por cuatro percusionistas que tocan campanas de una amplia variedad de culturas y períodos históricos, el proyecto está concebido como una declaración cultural que celebra la interdependencia y los puntos comunes en todas las culturas; y como una declaración musical que celebra la extraordinaria belleza y diversidad de expresión inherente a los sonidos de las campanas." [1]
La pieza tiene una duración aproximada de 30 minutos y está compuesta en cuatro movimientos : [1]
Tierra resonante ha sido elogiada por los críticos musicales. Corinna da Fonseca-Wollheim de The New York Times escribió: "... no hay nada como la experiencia hipnótica de estar inmerso en vivo en la nube de sonido brillante, vibrante y repugnante creada por estos instrumentos, muchos de los cuales tienen poderes ceremoniales en sus culturas. de origen." Y añadió: "La fluidez es una cualidad en gran parte del trabajo de la Sra. Thomas, aun cuando conserva la angularidad intransigente del modernismo. Gran parte de eso tiene que ver con su oído infalible para el color del tono y los timbres en constante cambio que crea, que atraen al oyente con tanta seguridad como una progresión armónica tradicional." [3] John von Rhein del Chicago Tribune elogió de manera similar: "Hay una cualidad ritual en los tintineos de Thomas, cada percusionista asume por turnos una especie de función hierática. Bell suena a la vez antiguo y moderno: brillante, oscuro, reluciente, demoledor, rítmico y lírico, se combinan para crear un carillón maravilloso y de otro mundo. La delicada canción cósmica del rin japonés en la sección 'Prayer' me pareció absolutamente inquietante". [4] Michael Cameron del Chicago Classical Review comentó:
La acústica clara y semiseca del Logan Center encajaba perfectamente con el perfil sonoro de golpe y caída, y los intérpretes se lanzaron a realizarlo con evidente afecto tanto por el compositor como por los siglos de tradiciones musicales que dieron forma a cada instrumento. Si bien la obra refleja la reverencia de Thomas por estos símbolos culturales, ella no muestra ninguna reticencia a la hora de extraer nuevos timbres de la amplia gama. Un compositor menor podría haberse ahogado bajo el estrés de tal profusión de posibilidades sonoras, pero Thomas combinó cuidadosamente cada gesto rítmico con un sonido y una dinámica apropiados. [5]