En su viaje de regreso recibió además a Obi-Wan Kenobi, que junto con Yoda fue el único superviviente a la orden 66, la orden secreta que el canciller Palpatine había preparado para el exterminio de los caballeros jedi.
Dieciocho años más tarde, ya en pleno régimen imperial y derrocada la República, en una misión secreta llevada a cabo por Leia Organa, hija de Bail Organa, el Tantive IV fue interceptado por el destructor estelar Vengador, al mando del cual estaba Darth Vader.
Tras el abordaje, Vader interrogó personalmente al capitán Antilles y, tras no recibir una respuesta satisfactoria, lo estranguló con la Fuerza.
Todos los pasajeros rebeldes fueron arrestados, incluyendo a la princesa Leia Organa.
Antes de ser capturada Leia tuvo tiempo de ocultar los planos en el interior del droide astromecánico R2-D2, que escapó al planeta Tatooine junto a su binomio protocolario C-3PO.