Según Katherine Routledge, los contendientes eran elegidos mediante revelación en sueños por los ivi atua (individuos con el don de la profecía).
La justa era muy peligrosa y muchos hopu manu morían a causa de los tiburones, por ahogamiento o caídas.
Era alimentado por sirvientes especiales y recibía el rango sagrado de taŋata manu ('hombre–pájaro' del año).
El culto del hombre-pájaro fue suprimido por misioneros cristianos en la década de 1860, datando en 1867 la última ceremonia celebrada.
El origen del culto y su duración son desconocidos, así como se desconoce también si este culto reemplazó a la religión relacionada con los moái o si coexistiera con ella, aunque Katherine Routledge pudo recoger los nombres de 86 taŋata manu.