En la mitología romana, Sancus o Sanco (también conocido como Sangus o Semo Sancus) era el dios de la lealtad, honestidad y el juramento.[1][2] Sancus era el dios que protegía los juramentos matrimoniales, la hospitalidad, la ley el comercio y los contratos en particular.Algunas formas de juramento se usaban en su nombre y honor en el momento de firmar contratos y otros actos civiles importantes.Ciertas palabras como "santidad" y "sanción" -para el caso del incumplimiento de pactos-, derivan etimológicamente del nombre de este dios, cuyo nombre está conectado con sancire "santificar" (de ahí sanctus, "santificado").Justino Mártir registra que Simón el Mago, el padre del gnosticismo según Ireneo de Lyon, realizó tales milagros mediante actos mágicos durante el reinado de Claudio, que fue considerado como un dios y honrado con una estatua en la isla del Tíber que cruzan los dos puentes, con la inscripción Simoni Deo Sancto, 'a Simón el Dios Santo'.