Sagua la Grande (apodada La Villa del Undoso , a veces abreviada en Sagua ) es un municipio ubicado en la costa norte de la provincia de Villa Clara en el centro de Cuba , sobre el río Sagua la Grande . La ciudad está cerca de los Mogotes de Jumagua , acantilados de piedra caliza. Muchos cayos del Archipiélago Sabana-Camagüey se encuentran frente a la costa norte. A las personas nacidas en Sagua se les llama "sagüeros".
Sagua la Grande fue fundada en 1812 [1] y establecida como municipio en 1842. A principios del siglo XX, la ciudad y su puerto ( Isabel de Sagua ), eran un importante centro comercial. En la actualidad, su economía se basa en la industria azucarera, química, mecánica y alimentaria. La ganadería y la pesca son otras actividades económicas importantes.
Dos historiadores de la ciudad son notables. Antonio Miguel Alcover Beltrán dejó como herencia los acontecimientos relacionados con el siglo XIX gracias a sus interrogatorios personales a cada uno de los autores de la historia; y actualmente Pedro Suárez Rojo (Tintín) se ha encargado de rescatar todo el siglo XX y parte del XXI en su famosa “Colección Tintín” que incluye periódicos, libros, fotografías, películas y vídeos de todos los acontecimientos históricos de la referida época.
Hasta la reforma municipal de 1977, estaba dividido en los barrios de Baire, Calabazar de Sagua (hoy parte de Encrucijada ), [4] Chinchila, Este, General Nodarse, Isabela de Sagua, Jumagua, Malpáez, Oeste y Sitiecito. [1]
Situada al noroeste de su provincia, cercana a la Costa Atlántica , Sagua limita con los municipios de Quemado de Güines , Santo Domingo , Cifuentes y Encrucijada . [5] Cuenta los pueblos de Isabela de Sagua , La Rosita, Nueva Isabela, Playa Uvero (o Uvero), Sitiecito y Viana. Isabela, ubicada junto a la costa, es el pueblo más grande y una ciudad portuaria. [ cita necesaria ]
En 2022, el municipio de Sagua la Grande tenía una población de 49,986 habitantes. [3] Con una superficie total de 661 km 2 (255 millas cuadradas), [2] tiene una densidad de población de 84,9/km 2 (220/milla cuadrada).
Las calles anchas de la ciudad y el poco tráfico le dan un ambiente tranquilo.
En las últimas décadas ha habido una falta de nuevas construcciones, por lo que los edificios más antiguos, que quedaron de la época colonial, se encuentran en un estado de decadencia. Uno de los edificios más bellos de esta ciudad, El Casino Español, construido en 1908, fue el lugar de reunión de la Sociedad Sagüera.
Época colonial
La evolución arquitectónica y urbana de Sagua la Grande es el resultado de un desarrollo económico favorecido por las condiciones naturales de su suelo, su posición geográfica privilegiada con respecto al comercio y los acontecimientos políticos y sociales desde su fundación hasta la actualidad.
En este sentido, en 1830, a sólo 18 años de su fundación, ya era el centro económico de una región con más de 26 centrales azucareros, lo que desde el punto de vista arquitectónico, favoreció la evolución de la tipología de la vivienda, con la inserción de residencias de mampostería, aunque todavía predominan, la madera y la teja, así como el barro y el guano. En este período se construye el primer cementerio, la primera administración de correos de la villa, se funda la primera escuela a cargo de José Cabrera, quien más tarde fuera propuesto, miembro de la Real Sociedad Patriótica de la Habana, por José de la Luz y Caballero.
En 1841 ya existían en Sagua 1216 habitantes distribuidos en 253 casas, 4 edificios altos de mampostería, 113 de tablas y tejas y 115 de barra y guano. Un año después aparece la comandancia de armas. Las edificaciones de esta etapa se caracterizaron por su sencillez y sobriedad, la vivienda como tema fundamental de la trama urbana, expresa en sus fachadas las cornisas molduradas, diseñadas de forma muy variada, dándole un sello muy particular el escudo que se repite de forma muy variada. La belleza se extrae al interior en los patios centrales, colgaduras, coloridos vitrales y espaciosos salones. La monumentalidad de algunas construcciones no logra, sin embargo, entorpecer la imagen armónica del entorno, es el caso de la casa del Conde More construida durante la década de 1870 cuyo propietario fue fundador del ferrocarril en la región y un próspero comerciante.
Las primeras calles se sucedieron espontáneamente, muchas de ellas perpendiculares al río, lo que determinó la anarquía de la urbanización inicial, que tras el trazado de 1849, realizado por Rodrigo de Bernardo y Estrada, tomó características neoclásicas, interpretadas en el ancho de las calles y la ortogonalidad de sus manzanas. Estas seguían las sinuosidades del río, debido a que el poblado se había formado a partir de la tala de madera, y posteriormente de la agricultura tabacalera, que dependía de la cercanía del río, ya que era una ruta principal de exportación.
En 1850 se designa al militar español Joaquín Fernández Casariego para el cargo de Teniente Gobernador, quien exime del cargo a don Matías Lievana. Con Casariego en la jurisdicción, la década de 1850 fue trascendental en el desarrollo de Sagua, pues se construyó el sistema de alcantarillado de la ciudad, se pavimentaron las primeras calles, se consumaron los estudios para la comunicación del pueblo con el resto del país, se realizó el primer plan director del crecimiento urbano y se levantaron los hoteles Ambos Mundos y Cuatro Naciones, se terminó la construcción de la cárcel pública y su plaza, en 1856 se funda el ferrocarril, surge el primer Banco en 1857, nace la primera imprenta, y con ella el periódico del pueblo. El escudo de La Ciudad de Sagua la Grande se crea en 1863.
El Parque Parroquial de La Libertad, construido en 1860, es uno de los exponentes neoclásicos más destacados de la región. Para este período la ciudad mostró un crecimiento acelerado, propiciado por el desarrollo de las industrias regionales, principalmente la azucarera y sus derivados. Los ingenios azucareros habían multiplicado su producción anual y viabilizado el comercio de su producto gracias a la llegada del ferrocarril. Los servicios públicos habían crecido, ocupando una superficie de casi el 20% del terreno edificado, se logra alumbrado eléctrico en las calles del pueblo, incorporándose también una red telefónica. Con esta situación se le otorga el título de Villa y adquiere, en 1843, partido jurisdiccional propio.
Para 1890 el censo arrojaba que el territorio contaba con una población de 24 640 habitantes en el Partido Jurisdiccional de Sagüero, con 13 633 habitantes en la ciudad, distribuidos entre los barrios Norte, Sur, Coco solo y San Juan o General Nodarse.
República
Como resultado del desarrollo alcanzado por la ciudad en el primer cuarto del siglo XX, se realizan una serie de importantes obras sociales, definidas por un carácter pintoresco, y la riqueza expresiva alcanzada en el diseño, llegándose a encontrar distribuidas por toda la ciudad un variado número de viviendas particulares con un marcado valor arquitectónico y artístico. La decoración alcanzada en elementos como rejas y guardapolvos caracteriza la arquitectura de manera muy especial. En esta etapa se erigieron obras de gran importancia, que a pesar del desarrollo alcanzado en la tecnología, la madera continuó vigente en edificios como el Ladies Tennis Club y el Cine Teatro Encantamiento; el primero fue un multitudinario club deportivo de escala municipal, y el último se mantuvo en pie durante casi 80 años constituyendo un hito de gran valor social para la ciudad. El centro histórico que hoy ocupa 66 manzanas con un total de 1 053 inmuebles, el 70% de ellos tienen valor arquitectónico. Destacan tres estilos principales: eclecticismo, neoclasicismo y arquitectura tradicional.
La arquitectura doméstica en las primeras décadas del siglo, evolucionó dentro del estilo ecléctico en sus tres variantes como son: el ecléctico popular que se desarrolló de 1905 a 1914, el ecléctico académico de 1915 a 1920 y el ecléctico evolucionó de 1921 a 1933, predominando las construcciones de un solo nivel acentuando la horizontalidad de los edificios y predominando los elementos clásicos con una decoración mucho mayor que en la colonia.
En el siglo XX comienza un período de auge económico en la localidad, caracterizado por la ampliación de los límites urbanos, iniciándose la construcción de avenidas (Oña, Backer, etc.). El Puerto de Isabela de Sagua es favorecido por ser el más cercano del país a los Estados Unidos, facilitando la penetración de capitales en el territorio. En 1905 se construye el puente “El Triunfo” en sustitución del puente de madera que une la calle Martí con la avenida Gómez (hoy 9 de Abril), se inaugura la sucursal del Royal Bank of Canada y se construye el colegio de Los Jesuitas.
La riqueza arquitectónica de la ciudad no se limita al Centro Histórico, pues existen conjuntos aislados o edificaciones de gran valor como la Clínica Yaniz, de estilo ecléctico de principios del siglo XX o las viviendas del Reparto Oña, con marcada influencia del estilo neocaliforniano pertenecientes a familias adineradas de los años 20 al 40, de la antigua Colonia Española construidas en el siglo XIX y remodeladas a principios del siglo XX, entre otras. Lo más destacable cuando se observa el entorno construido es el volumen de edificaciones tradicionales de madera que se encuentran diseminadas por todo el Centro Histórico Urbano, incluyendo las afueras del mismo. Es poco común encontrar el grado de diseño de estas edificaciones, encontrándose en otros casos del mismo tipo en todo el país.
El Movimiento Moderno se dinamizó en la Ciudad con el auge económico de la década de 1950, manifestándose dentro del centro histórico con algunas edificaciones de varios niveles, que se mezclan con el resto dentro de una parcela compacta. Existen ejemplos aislados de viviendas unifamiliares modernas de la época prerrevolucionaria, la mayoría de las cuales se ajustan a las parcelas comunes y respetan, en la mayoría de los casos, la línea de fachada existente. Sin embargo, la expresión de las edificaciones modernas construidas en las afueras de la ciudad se acerca más a la idea de barrios residenciales habaneros, donde prevalecen las edificaciones aisladas, determinadas por el uso de portales, jardines o terrazas; también se construyó el acueducto al puerto de Sagüero el 10 de marzo de 1952 gracias a las gestiones del Representante a la Cámara de Sagua don Rafael del Busto Padín con el Presidente don Carlos Prío Socarrás.
Revolución
Con el Triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959 se construirían numerosas obras sociales como escuelas, consultorios, hospitales y policlínicos, para lo cual se utilizarían diseños típicos basados en sistemas prefabricados hasta el día de hoy. Estas obras se construirían alejadas del Centro Histórico Urbano de la ciudad, razón por la cual ha logrado conservar, hasta hoy y a pesar del deterioro alcanzado, la mayor parte de su patrimonio edificado anterior a 1930.
Presente
En la actualidad la ciudad conserva el espíritu neoclásico y ecléctico de su urbanismo y su arquitectura, con reducidas incursiones modernas en su centro histórico que le avalarían la condición de Monumento Nacional otorgada el 6 de diciembre de 2011.
Iconos arquitectónicos
Entre los valores arquitectónicos y urbanísticos más notables que llegan hasta nuestros días destacan la terminal ferroviaria, la Iglesia Católica, La Villa de París, el Palacio Arenas, el Gran Hotel Sagua, el Casino Español y la casa del Conde de Casa Moré, entre muchos otros.
Turismo
Antaño visitada por comerciantes y personalidades de la cultura universal, la ciudad exhibe profusas edificaciones de alojamiento ubicadas en zonas privilegiadas de su centro urbano histórico, que sobreviven al paso del tiempo a pesar del abandono o cambio de función sufrido tras la decadencia de la floreciente actividad económica que las envolvió. En la actualidad, el turismo, además de los valores atesorados, es una actividad incipiente en la ciudad, mayormente visitada por familiares de lugareños o huéspedes de la vecina Cayería Noreste de Villa Clara en su recorrido por el centro del país.
A la riqueza arquitectónica, histórica y cultural de la ciudad, en la región de la que es centro económico, se suman el propio río Sagua, navegable por más de 30 kilómetros desde la orilla de la ciudad hasta su desembocadura en la marinera villa de Isabela, famosa por sus ostras y su centenaria tradición portuaria; los cercanos Mogotes de Jumagua, segundos en importancia para Cuba y último reducto de los bosques naturales que dieron fama al territorio en tiempos pasados; la sureña Sierra de Jumagua, en la más occidental de cuyas cumbres se alza el Parador La Roca, un mirador sobre la extensa llanura fluvial; el Embalse de los Alacranes, tercer espejo de agua del país; la Cayería Noroeste de Villa Clara, poseedora de singulares leyendas marinas, embarcaciones atrapadas en sus aguas, la caverna sumergida más profunda del archipiélago antillano (Blue Hole, Ojo del Mégano) y encantadoras playas que seducen por su aislamiento, sus azules de ensueño y su finísima arena blanca de suave perfil; el balneario de aguas mineromedicinales de Elguea, conocido internacionalmente por las propiedades curativas de sus aguas termales, entre otras.
Lanzamiento de Sagua la Grande en FITCuba 2018
El lanzamiento de Sagua la Grande como destino turístico internacional en el marco de FITCuba 2018 marcaría un antes y un después en la historia local. El evento, ocurrido el 4 de mayo de 2018, sería el resultado de la ejecución, con el decidido apoyo del pueblo, de un amplio programa inversionista dirigido a devolverle a la ciudad su antiguo esplendor, ocasión que serviría para la reapertura del Gran Hotel Sagua y la inauguración del Hotel Palacio Arenas, íconos arquitectónicos de la Villa del Undoso, así como otras importantes instalaciones para el servicio al turismo, las obras sociales y la cultura. Este programa, aún no concluido, pretende, paralelo a la restauración de todo el centro histórico urbano declarado monumento nacional, el rescate de edificaciones antiguamente dedicadas a la “industria libre de humo” y la ampliación de la red extrahotelera, así como la construcción de hasta 1830 habitaciones en los legendarios cayos Esquivel y Cristo de la cercana Cayería Noroeste de Villa Clara, ecoalojamientos y restaurante ecológico en el área protegida de Mogotes de Jumagua, habitaciones cercanas al embalse de los Alacranes, la remodelación del Parador La Roca y la conclusión del proyecto parcialmente terminado de Marina Charter Isabela de Sagua, estrenado en FITCuba 2018, entre otros. Por sus excepcionales valores naturales, histórico-culturales y paisajísticos, Sagua la Grande y su vasta región están llamadas a convertirse en los próximos años en un promisorio polo turístico de Cuba.
Sagua está atravesada en su parte media por la carretera nacional Circuito Norte (CN), que recorre la parte sur de su municipio. Está servida, junto con los municipios de Isabela, Sitiecito y Nueva Isabela, por la línea férrea Santa Clara – Cifuentes – Sagua – Isabela, y por el ramal Sagua – Corralillo .