La historia se entiende como una autobiografía espiritual, reflejando sus propias creencias cambiantes y en conflicto.
La ficción de Macaulay se vio influida por Virginia Woolf y Anatole France.
Tuvo una aventura romántica con Gerald O'Donovan, un escritor y antiguo sacerdote jesuita desde 1918 hasta que él murió en 1942.
[2] Su piso de Londres quedó totalmente destruido durante el Blitz, y tuvo que reconstruir su vida y biblioteca partiendo de cero, como se documenta en el relato semi-autobiográfico, Miss Anstruther's Letters, publicado en 1942.
Macaulay nunca fue una simple creyente en el "mero Cristianismo"; sin embargo y sus escritos revelan un sentido místico más complejo, de lo divino.