El Puente de Abetxuko es un puente de vigas de acero [1] de formas orgánicas en Vitoria-Gasteiz , Álava , País Vasco , España . [2] [3]
El Puente de Abetxuko sobre el río Zadorra es una de las obras que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Vitoria para mejorar la movilidad de sus ciudadanos y, sobre todo, de los habitantes de la zona de Abetxuko, que desde hace décadas solo podían acceder al centro de la ciudad a través de un antiguo puente de seis metros de ancho. El estrecho tablero del antiguo puente solo tiene espacio para dos calzadas y una estrecha pasarela peatonal. El cruce del puente era peligroso para los peatones por su proximidad al tráfico, un peligro que el Ayuntamiento decidió eliminar en 2005. Además, el antiguo puente tenía una capacidad hidráulica limitada y se mantiene justo al este del puente actual.
La construcción del puente también ha sido un elemento central del plan de regeneración de la zona (el corredor verde de Vitoria). El proyecto pretendía mejorar la movilidad entre el barrio de Abetxuko y el centro de Vitoria, conectando física y socialmente a los vecinos.
El puente es una estructura continua con tres vanos, dos de 26 metros (85 pies) y un vano principal de 40 metros (130 pies), y un ancho total de tablero de 31,4 metros (103 pies). [1] Lleva cuatro carriles de tráfico rodado, una línea central de tranvía con dos vías y dos pasarelas peatonales. El sistema estructural consta de dos cerchas paralelas con formas orgánicas, cuyas dimensiones se ajustan según los requisitos estructurales. Las cerchas están inclinadas 5° con respecto a la vertical para crear una apariencia más dinámica para el puente.
La estructura está formada por dos cerchas longitudinales. El diseño de las cerchas va más allá de las formas tradicionales, e introduce formas complejas de formas orgánicas cuyas dimensiones se ajustan a los requerimientos resistentes. Los autores responsables de la creación del puente, que han definido la estructura como una obra viva capaz de integrarse en su entorno, han utilizado acero corten para rememorar la obra de artistas vascos como Chillida y Oteiza .
Los tradicionales espacios de celosía se convierten en alvéolos de formas variadas cuya apariencia invita a perspectivas muy diferentes. El puente tiene la propiedad de cambiar de color con el tiempo, algo que, unido a las sombras que proyecta en determinados momentos del día, lo transforma en una estructura que cambia junto con su entorno.
El coste total de la estructura fue de aproximadamente 2,7 millones de euros (935 €/m2), lo que supone sólo un 10-15% más que un puente de acero estándar de las mismas dimensiones.
La construcción del puente comenzó en marzo de 2006 y finalizó con éxito en diciembre.