Fue vendida únicamente en Japón a un precio inicial de 24.800 Yens.
El mecanismo de juego solía ser simple, donde una decisión tomada conducía a un resultado u otro.
Los dos tercios superiores están ocupados por la lectora integrada de CD-ROM.
El resto está ocupado por el alojamiento del gamepad infrarrojo (es la primera consola en incorporar mandos inalámbricos de serie) de tal modo que los dos sensores infrarrojos (el emisor del mando y el receptor de la consola) queden enfrentados, lo que permitiría su uso sin retirarlo del alojamiento.
Esto contradecía la imagen familiar de Bandai, pero que ayudó a la recuperación del capital invertido en la videoconsola.