Moon Tiger

Claudia Hampton, una mujer inglesa de 76 años e historiadora profesional, tiene una enfermedad terminal y está pasando los últimos momentos que le quedan dentro y fuera de la conciencia pensando en escribir una historia del mundo con su vida como modelo.

“Siempre he pensado que una vista caleidoscópica podría ser una herejía interesante.

Más tarde, Claudia recibe la noticia de que lo han asesinado.

Después de la guerra, Claudia y Gordon se reencuentran, pero el encuentro es más amistoso que apasionado.

Gordon se casa con una muchacha llamada Sylvia, a quien Claudia encuentra insípida y aburrida.

Claudia se convierte en una especie de madre sustituta para él, a quien llega a amar y admirar a lo largo de los años, reconociendo que él es drásticamente diferente de cualquier otra persona que conoce: un artista abierto, dolorosamente honesto, sensible y autodestructivo.

Más tarde en su vida, Claudia decide viajar sola a Egipto, pero lo encuentra muy cambiado.

Sin embargo, el desierto le trae poderosos recuerdos de su intenso amor por Tom Southern y el dolor perdurable por su muerte, un dolor que aún no puede compartir con nadie más, incluso después de todos los años que han pasado.

Poco después, Gordon muere y deja un gran vacío en la vida de Claudia.

Al leer las breves entradas del diario de Tom, muchas de las cuales se refieren a su amor por ella, Claudia se permite reflexionar sobre su dolor por Tom, su dolor por haberse quedado atrás y el curso que podría haber tomado su vida si él hubiera sobrevivido.

Tenía curiosidad sobre esa idea y pensé que sería una buena manera de hacer las cosas en una novela.

Pero estaba explorando diferentes tipos de evidencias, históricas y personales, y eso también influyó en el proyecto[...] Tuve que investigar bastante, especialmente para la parte central, sobre la Campaña del Desierto Occidental.

Fue muy útil tener recuerdos de la infancia en Egipto para inspirarme (tenía ciertas imágenes en mi cabeza), pero no había estado en el frente, así que usé el Museo Imperial de la Guerra en Londres.

[6]​ Merle Rubin opinó de forma crítica con respecto a la entrega del Premio Booker: "Lively es una escritora habilidosa, y esta novela es una obra de escritura muy competente y profesional, sin duda intachable, pero también, hay que decirlo, corriente, casi corriente.