El método Breed es una técnica de laboratorio que se utiliza para contar microorganismos en la leche. Fue introducido en 1910 por los biólogos estadounidenses Samuel Cate Prescott y Robert Stanley Breed . [1]
Es un método de recuento de células somáticas, para conocer el número de microorganismos vivos y muertos. Cuando el método sólo cuenta los organismos vivos se denomina "recuento viable". [2]
Existen muchos métodos para la cuantificación de microorganismos , incluidos métodos de microscopía, contador Coulter, espectrometría de masas (para estimar la masa celular) y métodos de cultivo celular que forman y hacen crecer colonias de bacterias.
La seguridad existente en los productos lácteos está dada por la calidad microbiológica de los mismos, lo que asegura el consumo desde el punto de vista de la salud. [3]
El análisis de la calidad de la leche cruda es una práctica común en la industria láctea y tiene como objetivo controlar la calidad de las muestras y del material introducido a la planta procesadora, culminando en un consumo masivo para asegurar los estándares de calidad.
Es importante, en primer lugar, homogeneizar la leche, calentándola al baño María a 40 °C para que las células somáticas floten a la superficie junto con la grasa. El instrumental de laboratorio debe estar limpio, pero no necesariamente estéril , ya que el método se basa en el recuento celular y la asepsia no es exacta. Si posteriormente se van a realizar análisis microbiológicos detallados sobre la misma muestra, entonces es necesario obtenerla y manipularla con material estéril.
Luego de este proceso, la muestra es transportada al laboratorio en un recipiente conservador a 4°C, pudiendo conservarse en estas condiciones por 24 horas.
Para el muestreo hay dos condiciones básicas a tener en cuenta:
La primera condición es que represente el volumen total de leche de la que fue extraída, y la segunda condición implica que se almacene y transporte a la temperatura correcta para que conserve sus propiedades originales sin modificar, antes de su análisis en el laboratorio. En caso de demora en la realización del análisis se debe agregar a la leche un conservante que no altere el resultado analítico posterior.
Se hace una extensión de 0,01 mL y se coloca 1 cm2 sobre portaobjetos sin grasa (que se limpian con xileno).
Luego de dejar secar se colorea y se realiza el conteo. Para ello se realiza el promedio de células existentes en el campo del microscopio, dividiendo las células somáticas totales por el factor microscópico (MF) que corresponde al número de campos en una pulgada, es decir 100 mm, obteniendo de esta manera el número de células somáticas por mililitro de leche . [4]