Como disciplina, el análisis cultural se basa en el uso de métodos de investigación cualitativos de las artes, las humanidades y las ciencias sociales, en particular la etnografía y la antropología , para recopilar datos sobre fenómenos culturales e interpretar representaciones y prácticas culturales, en un esfuerzo por obtener nuevos conocimientos o comprensión a través del análisis de esos datos y procesos culturales. Esto es particularmente útil para comprender y mapear tendencias, influencias, efectos y afectos dentro de las culturas.
El análisis cultural sociológico se divide en cuatro temas:
1. Adaptación y cambio
Se refiere a la adaptación de una determinada cultura a su entorno mediante su uso y desarrollo. Algunos ejemplos de esto son los alimentos, las herramientas, el hogar, el entorno, el arte, etc. que muestran cómo se adaptó la cultura en cuestión. Además, este aspecto pretende mostrar cómo la cultura en cuestión hace que el entorno sea más acogedor.
2. Cómo se utiliza la cultura para sobrevivir
Cómo la cultura dada ayuda a sus miembros a sobrevivir en el medio ambiente.
3. Holismo , especificidad
La capacidad de poner las observaciones en una sola colección y presentarla de manera coherente.
4. Expresiones
Se centra en el estudio de las expresiones y el desempeño de la cultura cotidiana.
Se desarrolló en la intersección de los estudios culturales , la historia , la literatura comparada , la historia del arte , las bellas artes , la filosofía , la teoría literaria , la teología , la antropología y la economía . [1] Desarrolló un enfoque interdisciplinario para el estudio de textos, imágenes, películas y todas las prácticas culturales relacionadas. Ofrece un enfoque interdisciplinario para el análisis de las representaciones y prácticas culturales.
El análisis cultural es también un método para repensar nuestra relación con la historia, porque hace visible la posición del investigador, del escritor o del estudiante. El presente social y cultural desde el que observamos las prácticas culturales del pasado —la historia— moldea las interpretaciones que se hacen del pasado, mientras que el análisis cultural también revela cómo el pasado moldea el presente a través del papel de la memoria cultural, por ejemplo. El análisis cultural entiende la cultura, por tanto, como un conjunto de prácticas en constante cambio que están en diálogo con el pasado tal como ha sido registrado a través de textos, imágenes, edificios, documentos, historias, mitos.
Además de tener una relación con disciplinas que también se interesan por las culturas en cuanto a lo que la gente hace y dice, cree y piensa, como la etnografía y la antropología, el análisis cultural como práctica en las humanidades considera los textos e imágenes, los códigos y comportamientos, las creencias e imaginaciones que se pueden estudiar en literatura, filosofía e historia del arte. Pero el análisis cultural no limita los significados a los métodos disciplinarios. Permite y requiere el diálogo entre muchas formas de entender lo que la gente ha hecho y lo que está haciendo a través de actos, discursos, prácticas y declaraciones. El análisis cultural cruza las fronteras entre disciplinas, pero también entre actividades culturales formales e informales.
El objetivo principal del análisis cultural es desarrollar herramientas analíticas para leer y comprender una amplia gama de prácticas y formas culturales, pasadas y presentes.