En 1766, gracias al patrocinio del duque de York, hermano menor del monarca, Jorge III, quien gestionó un patente real, el teatro fue reconocido como teatro real.[1] El edificio original se encontraba un poco más al norte, en la misma calle.Se encuentra en su localización actual desde 1821, y fue rediseñado por John Nash.En 1873 se programó la primera sesión matinée (representación que se realiza a primera hora de la tarde), estableciendo una costumbre que muy pronto siguieron otros teatros.Seis años más tarde, su auditorio fue reestructurado y dotado por primera vez de un proscenio.