El Despertar Nacional de Letonia ( letón : latviešu [o latvju] tautas atmoda ) se refiere a tres movimientos de resurgimiento nacional distintos pero ideológicamente relacionados: [1]
Aunque el término "despertar" fue introducido por los jóvenes letones, su aplicación estuvo influenciada por el ideólogo nacionalista Ernests Blanks y más tarde por el académico Jānis Stradiņš. [4] Stradiņš fue la primera persona en utilizar el término "Tercer Despertar" (en el pleno ampliado de la Unión de Escritores de la República Socialista Soviética de Letonia en junio de 1988), oponiéndose a aquellos que habían comenzado a llamar el renacimiento nacional en el período de glasnost. el Segundo Despertar (el primero fue el de los Jóvenes Letones).
Blanks trató de distinguir entre la Nueva Corriente (en letón: Jaunā strāva ), un movimiento socioeconómico, político y cultural amplio y radical que duró desde finales de la década de 1880 hasta la Revolución de 1905 , liderado por Rainis e influenciado por el marxismo , de la dirección más nacionalista tomada en 1903 por Ernests Rolavs y Miķelis Valters ; Para Blanks, la década de 1890 "podría ser eliminada por completo de la historia del pensamiento nacional". Vio a la Unión Socialdemócrata Letona nacionalista de Rolavs y Valters (en letón: Sociāldemokratu savienība ; a veces abreviado SDS), un grupo socialista radical crítico del cosmopolitismo del Partido Socialdemócrata de los Trabajadores de Letonia ( Latvijas sociāldemokrātiskā strādnieku partija ; LSDSP), como los descendientes ideológicos directos de los jóvenes letones. Fue el SDS (y especialmente Valters) el primero en formular demandas para la autonomía política de Letonia [5]
Stradiņš basó su visión del renacimiento nacional en los años 1980 en Blanks y consideró de manera similar el Segundo Despertar: consideró la organización de los fusileros letones , las actividades de los emigrados letones en Suiza, el comité de ayuda a los refugiados letones en Rusia, la proclamación de la independencia y las batallas por la independencia bajo el título del Segundo Despertar. Con menos frecuencia, algunos han visto la Nueva Corriente y la Revolución de 1905 –y a veces incluso el Deshielo de Jruschov– como despertares nacionales. [6]