El Cementerio de la Recoleta ( en español : Cementerio de la Recoleta ) es un cementerio ubicado en el barrio de Recoleta de Buenos Aires , Argentina . Contiene las tumbas de personas notables, entre ellas Eva Perón , presidentes de Argentina , ganadores del Premio Nobel , el fundador de la Armada Argentina y comandantes militares como Julio Argentino Roca . En 2011, la BBC lo aclamó como uno de los mejores cementerios del mundo, [5] y en 2013, CNN lo incluyó entre los 10 cementerios más hermosos del mundo. [6]
A esta zona, entonces periferia de Buenos Aires , llegaron los monjes franciscanos recoletos [7] a principios del siglo XVIII. El cementerio está construido alrededor del Convento de la Recoleta [ 8] y de una iglesia, la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar , construida en 1732.
La orden fue disuelta en 1822, y el jardín del convento fue convertido en el primer cementerio público de Buenos Aires. Inaugurado el 17 de noviembre del mismo año con el nombre de Cementerio del Norte , [9] los responsables de su creación fueron el entonces gobernador Martín Rodríguez , quien finalmente sería enterrado en el camposanto, y el ministro de gobierno Bernardino Rivadavia . [2]
El trazado de 1822 estuvo a cargo del ingeniero civil francés Próspero Catelin, quien también diseñó la fachada actual de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires . [10] El cementerio fue remodelado por última vez en 1881, siendo intendente de la ciudad Torcuato de Alvear , a cargo del arquitecto italiano Juan Antonio Buschiazzo . [11]
Ubicado en 5,5 hectáreas (14 acres), [3] el sitio contiene 4691 bóvedas, todas sobre el suelo, de las cuales 94 han sido declaradas Monumentos Históricos Nacionales por el gobierno argentino y están protegidas por el estado. [4] La entrada al cementerio es a través de puertas neoclásicas con altas columnas dóricas . [12] El cementerio contiene muchos mausoleos de mármol elaborados , decorados con estatuas, en una amplia variedad de estilos arquitectónicos como Art Deco , Art Nouveau , Barroco y Neogótico , [13] y la mayoría de los materiales utilizados entre 1880 y 1930 en la construcción de tumbas fueron importados de París y Milán . [14] Todo el cementerio está distribuido en secciones como manzanas de la ciudad, con amplios pasillos principales bordeados de árboles que se ramifican en aceras llenas de mausoleos. Estos mausoleos todavía están siendo utilizados por familias ricas en Argentina que tienen su propia bóveda y mantienen a sus difuntos allí. Si bien muchos de los mausoleos están en buen estado y bien mantenidos, otros se encuentran en mal estado de conservación. [15] Varios de ellos tienen vidrios rotos y están llenos de basura. Entre muchos monumentos conmemorativos se encuentran obras de notables escultores argentinos, como Lola Mora y Luis Perlotti . [16] La tumba de Liliana Crociati de Szaszak , debido a su diseño inusual, es de especial interés.
El cementerio también alberga una colonia de gatos callejeros que también se ha convertido en una atracción. A partir de 2024, la población felina residente ha disminuido de un pico de 60 en la década de 1960 a aproximadamente 12 debido a las campañas de adopción. [17]
Dirección: Junín 1760
Durante la gobernación del Brigadier General Don Martín Rodríguez, siendo ministro de Gobierno Don Bernardino Rivadavia, como consecuencia de la expulsión de los monjes recoletos por la reforma general del orden eclesiástico y dado el aumento de la población, su huerto se transformó en el primer cementerio. público que se inauguró el 17 de noviembre de 1822.
Su superficie actual es de 5,5 Ha y sus límites son las calles Junín, Quintana, Vicente López y Azcuénaga.
En Recoleta hay 94 tumbas declaradas Monumento Histórico Nacional -están protegidas por el Estado- sobre un total de 4.691 bóvedas.
Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires.
Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires, Argentina.
en 1822, ordenó el desalojo del convento de los Recoletos Franciscanos —no sin resistencia— para establecer un cementerio público
Convento de la Recoleta [...] destinado para Cementario [...] El edificio llamado
de la Recoleta
Hasta ese momento se enterraba a los difuntos católicos en las iglesias, pero debido al aumento de habitantes ya era necesario un cementerio, por lo que en julio de 1822, el gobernador General Martín Rodríguez y su ministro Rivadavia decidieron construir un enterratorio general llamándose cementerio del norte, pero ya desde ese tiempo se lo llamaba cementerio de la Recoleta.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
En sus casi dos siglos de existencia (fundado en 1822, se lo bautizó primero Cementerio del Norte y fue trazado por el ingeniero francés Próspero Catelin, autor de la Sala de Representantes de la Manzana de las Luces y de la fachada de la Catedral junto a Pedro Benoit) son millas las historias que atesoran esas célebres seis hectáreas en las que se yerguen 83 monumentos históricos nacionales.
En 1881 el intendente Torcuato de Alvear, encargó la tarea de remodelación del Cementerio de la Recoleta al arquitecto Juan A. Buschiazzo, quien diseñó el característico muro perimetral de ladrillos de máquina con juntas a la inglesa y el pórtico de entrada.Archivado el 22 de abril de 2012 en Wayback Machine.
Esta construcción, de doble hilera de columna de orden dórico sin base, alberga a las tres puertas de 3 m. de alto, trabajadas en hierro y coronadas por medallones alegóricos que jerarquizan el acceso al cementerio.Archivado el 22 de abril de 2012 en Wayback Machine.
En el cementerio se encuentran reflejados estilos tan disímiles y ricos como el clasicismo, el barroco, el neogótico, el neoclásico, el art nouveau y el art decó, lo cual obliga a que la reparación conserve y restaure las características originales.
Fue así que la mayoría de los materiales y detalles arquitectónicos empleados en la construcción de las tumbas, durante el período comprendido entre 1880 y 1930, fueron importados de París y Milán.Archivado el 22 de abril de 2012 en Wayback Machine.
Se ven techos desmoronados, vegetación, puertas abiertas, ataúdes deteriorados y vidrios y mármoles rotos.
En muchos de los sepulcros se encuentran importantes obras escultóricas, como la de la artista Lola Mora para la bóveda de López Lecube, los Ángeles que custodio la de José C. Paz, esculpidos por Jules Coutan quien también fue autor del monumento a Nicolás Avellaneda; el sepulcro del Gral. Quiroga con la imagen de La Dolorosa firmada por Tantardini; las obras de Perlotti para los del Gral. Ricchieri y el boxeador Firpo, entre otros.Archivado el 22 de abril de 2012 en Wayback Machine.
José C. Paz: su tumba tiene representados varios ángeles (que simbolizan la resurrección), realizadas por el escultor francés JF Cután (quien también realizó trabajos en las bóvedas de Nicolás Avellaneda y Luis María Campos).Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Como se recordará, allí se alojarán los restos de Eva Duarte de Perón; de los escritores José Hernández, Victoria y Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares, Miguel Cané, Oliverio Girondo y Paul Groussac; los premios Nobel Luis Federico Leloir y Carlos Saavedra Lamas; los médicos Cosme Argerich y
Francisco Javier Muñiz
; los artistas Blanca Podestá, Armando Bo y Zully Moreno, y los deportistas Luis Angel Firpo y Martín Karadagian.
En cambio, los restos de los escritores del siglo XX como Leopoldo Lugones, Oliverio Girondo o Adolfo Bioy Casares "están casi por derecho de linaje o por sus vínculos de clase social", acotó.
Entre los mandatarios argentinos enterrados en la Recoleta figuran Marcelo Torcuato de Alvear, Nicolás Avellaneda, Victorino de la Plaza, José Figueroa Alcorta, José María Guido, Arturo Humberto Illia, Agustín P. Justo, Bartolomé Mitre, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, Julio A Roca, Luis Sáenz Peña, Roque Sáenz Peña, Domingo Faustino Sarmiento, José Uriburu, Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín.
Luego de que decenas de amigos y familiares visitaran la residencia del magnate empresario ubicada en la Avenida del Libertador al 2900 para darle un último adiós, los restos de Fortabat serán trasladados al Cementerio de la Recoleta.
La masiva expresión de duelo popular agolpada a las puertas de la sede legislativa se repitió al día siguiente, 2 de abril, en el cortejo callejero, escoltado por la guardia presidencial, que, tras la misa de cuerpo presente oficiada en la explanada exterior del Congreso. entre otros eclesiásticos por el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, primo carnal del fallecido, conducido al ex presidente al panteón del cementerio de la Recoleta destinado a los caídos en la llamada Revolución del Parque de 1890, lugar de descanso de próceres radicales como Yrigoyen, Illia y Leandro Alem.
A las tres y media de la tarde lluviosa y gris, los restos de Raúl Alfonsín llegaron al Panteón de los Revolucionarios del Parque de 1890. Un par de horas después, el ex presidente yacía muy cerca de sus admirados Leandro N. Alem, Hipólito Yrigoyen y Arturo Illia, bañado, además, por el cariño y la admiración de dirigentes radicales y de otros partidos que llegaron para darle el último y emocionado adiós.
Es, como ya fue dicho, el más antiguo de Buenos Aires y allí descansan muchos de nuestros héroes y padres de la patria; de una larguísima nómina se podría mencionar que contiene los restos de Juan Manuel de Rosas, Juan Bautista Alberdi, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre y Nicolás Avellaneda.
Bartolomé Mitre: sobre un fondo de pared lisa, tres figuras escultóricas de gran tamaño se encuentran al frente.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Al morir en 1902 es enterrado en el Panteón de los Guerreros del Paraguay.
Los del siglo XIX están por su "derecho de próceres": si bien fueron escritores, se destacaron más por su vida pública como políticos o militares, como Domingo Faustino Sarmiento, Carlos Guido y Spano o Lucio V. Mansilla.
General Carlos María de Alvear: es un gran mausoleo que se encuentra a la izquierda una vez que se entra al cementerio.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Carlos Pellegrini: asume la presidencia de la Nación con la revolución del 90, junto a Juárez Celman.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
En ese triángulo, de monumentos viejos pero simples, está grabada la respuesta de tantas pruebas de historia: Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta, también descansa allí.
Se trata, por ejemplo, de los sepulcros de Valentín Alsina, Dalmacio Vélez Sarsfield, Cornelio Saavedra y Domingo Sarmiento.
Actualmente sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Las bóvedas más visitadas son las de Evita, Domingo F. Sarmiento, Juan M. de Rosas, Remedios Escalada de San Martín, Mariquita Sánchez, Rufina de Cambaceres, entre muchas otras.
General Eduardo Lonardi: en el fondo del cementerio, se encuentra un pedestal que sostiene la escultura de una figura femenina, que sostiene a un caído (que sostiene la idea del tratamiento de "La piedad", de Miguel Ángel), anteriormente se encontraron los restos del general Paz y su esposa (que era su sobrina), hasta que fueron trasladados a la catedral de Córdoba, en 1957.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Su tumba yace muy próxima a la de Eduardo Mallea, con quien comparte un destino de abandono, común a los artistas hoy sencillamente olvidados.Archivado el 26 de abril de 2012 en Wayback Machine.
Mausoleo de los caídos de la revolución de 1890: en este mausoleo se encuentran los restos de personalidades que hicieron historia en el país, entre ellos: Alem, Irigoyen Illia y Elpidio González.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
La más visitada, según explican sus cuidadores, es la de Eva Perón, que descansa allí desde 1976, después de un largo periplo de su cadáver embalsamado.
Hoy, empero, el azar-o mejor dicho la falta de espacio – lo convirtió en realidad: el féretro de bronce del general Quiroga yace de pie detrás de una pared en la bóveda de la familia Demarchi, en el cementerio de la Recoleta, y Fue encontrado por un grupo de investigadores que impulsa declarar "sepulcro histórico" a su morada.
Pero también están las de otros personajes de la historia, como Manuel Dorrego y su enemigo, el general Juan Lavalle, las del caudillo riojano Facundo Quiroga y la de su rival, Domingo Faustino Sarmiento, la del Premio Nobel Luis Leloir y hasta el fantasma de Rufina Cambaceres, una leyenda que se repite en cada visita al lugar.
General Facundo Quiroga: al morir en Barranca Yaco, está enterrado en el cementerio de los Canónigos, al lado de la iglesia catedral de Córdoba. Al año su viuda María Dolores Fernández, le pide al General Rosas traer sus restos a Buenos Aires y compra el predio en el cementerio de Recoleta, muy bien ubicado, ya que en ese entonces no se encontró el mausoleo de Alvear.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Dos años después, sus restos fueron repatriados y recibidos por Mitre, y hoy dos monumentos, uno de ellos en la Recoleta donde reposan sus restos, recuerdan en la capital sus grandes talentos y relevantes virtudes.
Una nieta de Napoleón también duerme su sueño eterno en la Recoleta gracias a las gestiones de Mariquita Sánchez de Thompson, casada en segundas nupcias y luego separada del francés Mendeville. El conde Alejandro Walewski, hijo del Emperador con la condesa polaca María Walewska, viaja con su mujer embarazada a Buenos Aires para negociar la finalización del bloqueo anglo-francés durante 1847. Mariquita, por expreso pedido de Rosas, asiste a la pareja que vio nacer y morir a su pequeña hija, Isabel, en estos márgenes del Plata. Servil, Mariquita se ocupa de la última morada para la heredera francesa y la entierra en una parcela de la Recoleta al tiempo que la pareja retorna al Viejo Continente. La inscripción del cuerpo figura en los registros del cementerio, aunque nadie puede precisar el lugar exacto de su inhumación.
La enterraron en el cementerio de la Recoleta, según consta en los registros que aún permanecen intactos en los archivos de la dirección.
El año pasado, la tarea se registró en los mausoleos de Luis María Campos y Nicolás Avellaneda, la bóveda de la familia de José C. Paz, el panteón de Ciudadanos Meritorios y el Cristo de la capilla del cementerio.
Claro que no todos los muertos de Recoleta estuvieron en el poder. Pero son parte igualmente de un pasado conocido. Los restos del boxeador Luis A. Firpo, la vedette Susana Brunetti y el corredor de autos y miembro del jet set Charly Menditegui se intercalan con escritores como José Hernández (autor del Martín Fierro), Victoria Ocampo y Miguel Cané.
Juan José Passo: fue secretario de la primera junta e integrante del primer triunvirato.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Juan Manuel Ortiz de Rosas: el apellido se escribía originalmente con "z" pero Juan Manuel decide firmar con "s", luego de una discusión familiar.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
General Roca: esta bóveda fue mandada a hacer por su viuda, Clara Funes.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Mausoleo de la familia Leloir: aquí descansa Luis Federico Leloir, premio Nóbel de química 1970.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Más allá de su cotización, los sepulcros regalan historias de amor. Un símbolo de eso es la mata de jacintos esculpida en mármol que Justa Urquiza (hija del general Urquiza) le ofreció en vida a su amado Luis María Campos y que ahora está en su bóveda, imponente y blanca, llegando a la calle Vicente López.
Como la de Luis Vernet, primer gobernador de las Malvinas, a la que se le rompió la lucarna del techo.
Mariquita Sánchez de Thompson: es un sepulcro que parece el trono de una reina, muy ornamentado, con antorchas hacia arriba y hacia abajo, simbolizando la vida y la extinción de la misma.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Fallece en 1833 y sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires.
General Soler: militar argentino de la independencia.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
1967: Muere en Buenos Aires el 24 de enero, y es enterrado en el ilustre cementerio porteño de la Recoleta.
General Ricchieri: fue el general de la Nación que instauró el servicio militar obligatorio.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
General Eugenio Aramburu: es una cripta subterránea.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Fue sepultado en el Cementerio de la Recoleta, en la bóveda del General José María Paz.
Almirante Brown: es un túmulto verde, en honor a Irlanda, donde este nació.Archivado el 15 de diciembre de 2011 en Wayback Machine.
Zenón Rolón murió en Morón, el 13 de mayo de 1902, a la edad de 46 años. Sus restos fueron traídos a la Capital al día siguiente y depositados en el cementerio de la Recoleta.