Joseph von Führich

Führich ha sido descrito como un nazareno, artista religioso que contribuyó a restablecer el antiguo espíritu de Durero, representando numerosos temas de las escrituras.

Era considerable su maestría de distribución, forma, movimiento y expresión.

Esencialmente creativo como un dibujante de paisajes, no tenía gran sentido por el color; y sus pinturas monumentales no eran tan afortunadas como las pequeñas.

Su Hijo Pródigo, en particular, es notable por la manera en que personifica el mal.

Se publicó su autobiografía en 1875, y unas memorias escritas por su hijo Lucas en 1886.

Camino de Emaús, pintado por Josef von Führich.