El gobierno de Bolger inicialmente siguió con las reformas económicas y sociales neoliberales del anterior gobierno Laborista, con el Ministro de Finanzas Ruth Richardson implementando drásticos cortes en gastos públicos, especialmente en salud y bienestar.
Esto fue confirmado en un referéndum decisorio realizado al mismo tiempo que las elecciones generales de 1993.
En 1994, Bolger sorprendió cuando sugirió que Nueva Zelanda debería convertirse en una república y dejar de ser una monarquía constitucional, tal como lo había sugerido en Australia el primer ministro Paul Keating.
Tanto Bolger, como la líder Laborista Helen Clark buscaron el apoyo del Partido Nueva Zelanda Primero, el cual mantenía el equilibrio de poder.
Gracias al trabajo del Ministro de Justicia Sir Douglas Graham, el Ngāi Tahu, Waikato-Tainui y los pescadores fue posible llegar a acuerdos.
Sin embargo la creación del llamado "paquete fiscal" de NZ$1 millón para acuerdos para todas la demandas fue una movida impopular con los Maorí.
Renunció el 8 de diciembre y Shipley se convirtió en la primera mujer en Nueva Zelanda en ocupar el cargo.
Bolger se retiró como miembro del Parlamento por Taranaki-King Country en 1998 y fue seleccionado para la posición de Embajador a los Estados Unidos, donde sirvió hasta 2001.
En su regreso a Nueva Zelanda, fue hecho presidente del banco estatal Kiwibank y de New Zealand Post, cargos que todavía ocupa en la actualidad.